Gustavo De la Rosa
Al igual que muchas otras universidades, en la Autónoma de Ciudad Juárez ya hemos empezado clases, terminado nuestra primera semana y estamos conociendo a nuestros alumnos de nuevo ingreso; soy maestro de primer semestre para muchos y para los docentes en mi posición es muy importante saber el nivel de conocimiento y bagaje cultural de los jóvenes a quienes veremos cara a cara y con quienes trabajaremos todo este semestre.
Más del 90 por ciento de ellos tienen 18 años de edad, son egresados de bachilleratos generales (es decir, no técnicos) y, al menos en mis grupos, el 80 por ciento aspira a la Licenciatura de Derecho; más del 20 por ciento trabaja, algunos en fábricas industriales pero los más en servicios, y el otro 80 por ciento pertenece a la clase media urbana, con ingresos familiares menores a los 30 mil pesos y superiores a los 15 mil mensuales, aunque hay algunos casos que rebasan estos ingresos pero están integrados socialmente desde la preparatoria. Además, de entre todos, uno de ellos descubrió que tiene buena voz e improvisa versos de hip hop, ayudado por un amplificador portátil conectado a su celular vía bluetooth que le ofrece la melodía.
No hay grandes diferencias entre los estudiantes de hoy y los de generaciones pasadas; todos tienen la misma sonrisa fácil y su irreverencia reprimida, disfrazada de arrogancia; son jóvenes, con facilidad para ser felices. Sin embargo, el caudal de conocimientos que los acompaña es escaso, o al menos limitado para los estudios universitarios.
Veamos sólo algunas áreas indispensables en el estudio del Derecho, Historia y Filosofía, y si reconocen a sus personajes.
En el ámbito histórico, sí saben quiénes fueron Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Porfirio Díaz, Madero y Villa; la mayoría desconoce a Morelos, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza y Alvaro Obregón; pero todos ignoran quiénes fueron Nezahualcóyotl, Hernán Cortés, los Reyes Católicos, fray Bartolomé de las Casas, Allende, Iturbide, Vicente Guerrero, Santa Anna y Lerdo de Tejada.
Acerca de Filosofía, la mayoría reconoce los nombres de Sócrates, Platón, Aristóteles; pocos a San Agustín y Santo Tomás; pero casi todos desconocen a Hobbes, Tomás Moro, Maquiavelo, a los enciclopedistas Rousseau y Montesquieu, a Locke, Kant, Hegel, Nietzsche, Kelsen, Ortega y Gasset, y mejor paré de preguntar.
Ninguno tomó un curso de lógica, ni realizó estudios serios sobre Ética ni sobre el Derecho; así están, todos son muy normales, igual que las últimas 41 generaciones universitarias que he recibido, porque no crean que las anteriores estaban mucho mejor. Queda claro que la educación preparatoria sigue sin plantearse ni definirse, y que la atención a la preparación humanística y artística es una emergencia nacional.
(SIN EMBARGO.MX)