Ricardo Ravelo
El empresario de origen chino, Zhenli Ye Gon, y la residencia de Las Lomas donde se hallaron 205 millones de dólares, cuyo destino se desconoce, siguen dando de qué hablar:
El ex Procurador General de la República, Ignacio Morales Lechuga, prepara una denuncia por daño moral en contra del doctor y periodista Alfredo Jalife-Rahme, quien el 8 de agosto último aseguró a través de su Twitter que la residencia subastada por el Gobierno Federal perteneció al notario público 116 de la Ciudad de México.
En charla sostenida en su despacho, el martes 20, Morales Lechuga dice que está recabando elementos, sustentando muy bien la denuncia que próximamente presentará ante el Ministerio Público para llamar a cuentas a Jalife Rahme a fin de que pruebe el infundio que hizo público.
Nunca he sido dueño de esa propiedad –ataja–, sólo actué en calidad de notario cuando la casa fue comprada por Zhenli Ye Gon cuando el anterior propietario, Germán Corona del Rosal –ex director de Investigaciones Políticas y Sociales de la Ciudad de México– decidió venderla en el año 2003.
La venta fue cerrada en 985 mil dólares, de acuerdo con la escritura, cuyos fondos, según adujo entonces Ye Gon, provenían de sus negocios y de inversionistas radicados en Shangái. En ese tiempo, el empresario de origen chino todavía no era perseguido por ninguna autoridad mexicana ni extranjera.
La residencia fue asegurada por la entonces Procuraduría General de la República luego de un cateo realizado a la misma y que permitió el hallazgo de 205 millones de dólares, más 17 millones 306 mil pesos, más 201 mil 460 euros, así como cantidades menores en diversas monedas.
Las investigaciones en contra de Ye Gon se iniciaron en el 2007, luego de que las autoridades federales aseguraron, en el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, un cargamento de pseudoefedrina que, de acuerdo a las pesquisas, sería entregado al cártel de Sinaloa, para cuya organización supuestamente trabajaba el empresario de origen chino.
Sobre el origen del dinero y su posterior uso está extraviada la línea de verdad: De acuerdo con las primeras versiones de Ye Gon, el entonces secretario del Trabajo en el Gobierno de Felipe Calderón, Javier Lozano, le dio a guardar dicha suma, lo que Lozano rechazó.
Circularon otras versiones: que los recursos formaban parte de un sobrante de la campaña de Felipe Calderón; que lo incautado por la PGR en realidad era el doble y no sólo 205 millones de dólares, por lo que se infiere que una mano aviesa se quedó con la mitad; que era dinero del narcotráfico, entre otras.
Lo cierto es que el dinero fue declarado “mostrenco”, es decir, que no tiene dueño conocido. Y luego empezó la danza de versiones sobre el uso que se le daría:
La primera versión que difundió el Gobierno de Felipe Calderón fue que los recursos se pondrían en manos del Banjército para que esta institución bancaria realizara una transferencia hacia el Bank of America. Nadie entendió entonces por qué los recursos debían ser enviados a Estados Unidos.
Luego se dijo que los fondos se depositarían en la Reserva Federal.
Posteriormente, el Gobierno difundió que se utilizarían para reforzar la lucha contra el crimen organizado, la procuración y la administración de la justicia.
Y, más tarde, otra versión oficial sostenía que los fondos asegurados a Ye Gon se utilizaron finalmente en la lucha contra las adicciones, particularmente en la construcción de 335 centros Nueva Vida para la Prevención y Tratamiento de Adicciones en el país. ¿Alguien ha visto algún centro Nueva Vida? Habrá que revisar.
Esta versión es la que sostiene el ex Presidente Calderón y la que manejó, con una celeridad inusitada, a través de su twitter, el miércoles 17 de julio, cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se investigará dónde está el dinero asegurado en la casa de Zhenli Ye Gon.
La versión de Calderón, sin embargo, deja algunas dudas porque, durante una gira por Colima, el 17 de abril de 2007, dijo que “una tercera parte” de esos fondos se destinarían para la prevención de las adicciones y otra se destinaría al Poder Judicial.
Sin embargo, para el Presidente López Obrador existen dudas respecto del uso del dinero asegurado y, por ello, ordenó una investigación para conocer el verdadero destino del dinero.
El dinero asegurado en la residencia de Ye Gon fue declarado “mostrenco”, como ya se dijo. Sin embargo, doce años después de su aseguramiento, el Gobierno de López Obrador procedió a poner en subasta la casa del empresario de origen chino bajo el argumento de que estaba abandonada, lo que exhibe algunas contradicciones.
Si la casa fue asegurada por la PGR en 2007, no pudo caer en estado de abandono. Lo curioso del caso es que la residencia, ubicada en Sierra Madre 515, en las Lomas de Chapultepec, sigue estando a nombre de Zhenli Ye Gon, preso en el penal de La Palma, quien aún no ha sido sentenciado por ningún delito.
El Gobierno Federal sacó a remate la residencia tras declararla abandonada, mediante un escrito anexado a la escritura pública el 8 de agosto último, unos días antes de que saliera a subasta y fuera comprada por el empresario Carlos Bremmer en 102 millones de pesos.
Zhenli Ye Gon fue detenido en Estados Unidos en el 2007 y en el 2016 fue absuelto de los cargos que se le imputaron, por lo que el Gobierno de Estados Unidos lo extraditó a México. Fue internado en el penal de La Palma, en el Estado de México, donde permanece recluido por cargos de narcotráfico, delincuencia organizada en varias modalidades y lavado de dinero.
Unos días antes de que la residencia fuera subastada, Ye Gon interpuso un amparo contra la venta, pero le fue negado.
Ye Gon no ha sido sentenciado en México. A su principal cómplice, Juan José Escandón Paz, le fue impuesta una sentencia en primera instancia a 20 años de prisión, pero un tribunal de alzada lo absolvió en forma definitiva de cualquier cargo por delincuencia organizada.
La Magistrada Sara Olimpia Reyes echó abajo la sentencia condenatoria porque, según sus argumentos, el expediente carecía de pruebas y las conclusiones de la PGR fueron presentadas en copias simples y sin certificar. ¿Error o corrupción?
Es probable que Ye Gon siga legalmente la ruta de su principal cómplice. De recobrar su libertad –posibilidad que cabe y no es nada descabellada– el empresario de origen chino se enfrentaría a un escenario harto complicado: La casa, que está a su nombre, ya fue vendida, en tanto que el dinero asegurado en ella ya se gastó en los programas contra las adicciones, de acuerdo con el ex Presidente Felipe Calderón, lo cual está en entredicho, según el Presidente López Obrador. Por ello se indaga en manos de quien quedó esa millonada de dólares.
(SIN EMBARGO.MX)