Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
I.- La “cultura” ideológica del priísmo, con sus cucharadas... ¡paladas!, de panismo, crearon un impermeabilizante que es uno de los obstáculos al nuevo régimen en lo que corresponde a sus medios y fines necesarios para tratar de remediar los males heredados. Ese PRI-PAN, con la participación cercana o distante del resto de los partidos (ahora éstos y aquéllos pulverizados, buscando, como aves Fénix, renacer e incluso un naciente embrión, del partido de centroderecha impulsado por la Coparmex y profesores del Instituto Tecnológico de Monterrey (¿Urzúa, el promotor, tras su renuncia al lópezobradorismo?), como nos lo informó el reportero Alvaro Delgado (Proceso: 4/VIII/19) y que ya dieron el disparo de salida. Por lo pronto tenemos a Morena en su apogeo, ya con tensiones internas por el reposicionamiento de los cargos, que con su –nuestro– Presidente –de la República–, busca cómo resolver los problemas creados ya en su semestre ante la caída del crecimiento económico y la austeridad franciscana de no gastar, y ahorrar a costa del desabasto en el IMSS y el ISSSTE, liquidación de instituciones indispensables y dos asuntos graves: la corrupción y la inseguridad.
II.- El priísmo y el panismo estuvieron, uno por 74 años y el otro por doce, guardando la corrupción bajo la alfombra hasta formar un volcán que ha estado haciendo erupciones (Lozoya, Robles, Videgaray, etc.), y a la fecha sólo tenemos a una bajo proceso, a otros prófugos y otros siguen tan campantes (Deschamps, por ejemplo); no obstante instalada la Fiscalía, en lugar de la Procuraduría General de la República que anteriormente se hacía cargo, dizque con la Contraloría, más el funcionario de López Obrador, investigando sin llegar, pues, a encarcelar a otro pillo como a Javier Duarte que fue logro del sexenio pasado. Como sea, se fue acumulando lo que dejaron, presidente a presidente desde 1946 cuando Alemán, para llegar a ser, con Peña Nieto, lo que ha quedado al descubierto, tras quitar la alfombra; ese volcán de corrupción e inseguridad, un pasado con el que López Obrador no termina de ajustar cuentas. Y todo eso es lo que ha ido sumándose, ya que toda sociedad va creando problemas a los que hay que atender simultáneamente y no quedarse en ese ajuste.
III.- Pero sí, el priísmo y el panismo no se dieron a la tarea de cumplir con sus obligaciones y de Salinas a la fecha, incluyendo a Zedillo que ha hecho mutis, y no se diga a Fox-Calderón, no hemos tenido a uno de ellos y sus pandillas, como en otros países (Perú, Argentina, Guatemala, Chile, etc.), donde sí los procesaron y destituyeron. Aquí esa parte de nuestra historia está por verse; hay ciertos acercamientos, con los Lozoya, los Duarte (el de Chihuahua permanece prófugo), sin dejar de lado a los desgobernadores; más de uno de ellos deberían estar en capilla. Por lo pronto, siguiendo con la metáfora del volcán, no hay día que no broten nombres y advertencias que sólo se quedan en amenazas no cumplidas. Lo que estaba escondido bajo la alfombra es, ahora mismo, una erupción de corruptos.