Alvaro Cepeda Neri
I.- En la avenida Reforma de la Ciudad de México, muy cerca de la entrada al Castillo de Chapultepec, hay una especie de monumento llamado “estela de luz”, cuya supuesta finalidad era conmemorar el Bicentenario de la Independencia de 1810. Es una plataforma vertical de cristales a través de los cuales, con lámparas internas, pasan rayos de luz. Como presidente de la República, Felipe Calderón puso la primera piedra para su construcción a finales del 2009. Su presupuesto inicial fue de 398 millones de pesos. Y se terminó pagando el doble; excedente que múltiples voces han denunciado como robado. Ahora se ha presentado una denuncia por fraude ante la Fiscalía General de la República, señalando a Calderón y otros funcionarios como los directamente responsables. Y exigiendo que tras la investigación, sean consignados ante un tribunal penal. Obviamente Calderón será exculpado, ya que tanto él como Peña, al menos, no serán objeto de acción judicial alguna, tal y como lo prometió López Obrador en su constante pregón de “perdón y olvido”.
II.- Ex panista porque ya traicionó al partido que lo postuló a la Presidencia de la República, y en cuyo sexenio se expandió la inseguridad, Felipe Calderón –con su esposa Margarita Zavala– anda muy activo tratando de formar un nuevo partido, mientras en el ínterin no deja de confrontarse con López Obrador muy al estilo de su compañero de viaje: Vicente Fox; un par-muestra de la mediocridad política del sistema presidencial. Pero volvamos al “monumento” arriba citado, en el que se ha colocado una pancarta con la leyenda: “monumento a la corrupción, cárcel a Calderón”. Y es que los primeramente señalados en ese fraude son los que contrataron al abogado Gabriel Regino García, quien presentó la denuncia en representación de uno de los inculpados de nombre José Carlos Olivares, el cual asegura que Calderón fue quien ordenó la construcción de ese bodrio; y cuando se descubrió que entregaron el doble del precio, entonces señalaron a “chivos expiatorios”.
III.- Es por esto que ahora presentaron la nueva denuncia señalando al ex presidente y otros ex funcionarios, para que se lleve a cabo una investigación y se diga quiénes, con Calderón, son los responsables para que una sentencia dicte la restitución del importe defraudado. Y que les impongan encarcelamiento. El reportero Eduardo Murillo (La Jornada: 26/XI/19) ha informado del hecho, con documentos donde se precisa que la obra fue “planeada desde la oficina de la presidencia, estando enterado de todo ello el ex presidente Felipe Calderón”. Tenemos, pues, una denuncia penal. Pero sabremos que no prosperará porque existe la impunidad. La “estela de luz” seguirá ahí como un monumento a la corrupción. Calderón continuará con su proselitismo electoral, estigmatizado por su traición al PAN –lo cual no le importa–, aficionado a las carreras automovilísticas y aprovechando cualquier provocación para su mediocre protagonismo, creyendo que podrá completar los requisitos para su partido como una nueva versión de la “estela de luz”.
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