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Opinión

Espectáculo al modo García Luna

Verónica Malo Guzmán

Al mejor estilo de Broadway, García Luna lloró ayer en la Corte de Nueva York mientras se declaraba “no culpable” de los cuatro cargos que se le imputan: conspiración para traficar, distribuir drogas a cambio de sobornos del Cartel de Sinaloa y mentir a las autoridades estadounidenses. Por ende, próximamente tendremos juicio. Y en el interin, el imputado buscará un arreglo con las autoridades de aquel país y probablemente “suelte” algo de lo que sabe.

Al igual que lo hizo el Chapo Guzmán en esa misma Corte, la decisión tomada implica un riesgo: en caso de ser encontrado culpable, las penas serán mayores. Todo está ahora del lado de la parte acusadora; se requieren pruebas contundentes...

Sin embargo, a García Luna le conviene declararse como lo hizo por múltiples razones. La primera razón: suponiendo que los cargos que se le imputan son ciertos, no se habrá enemistado o comprado problemas con el cartel antes mencionado. En segundo término, buscará lograr un trato con la fiscalía de Nueva York que le asegure algún tipo de inmunidad. Eso le permitirá, después, declarársele culpable con ciertos atenuantes. Lo anterior sin olvidar que, por el momento, sus cuentas en EU sólo se encuentran congeladas, pero si se hubiera declarado culpable, de forma inmediata el dinero dejaría de pertenecerle y el gobierno de aquella nación se lo confiscaría.

Pero hay una razón adicional: el no declararse culpable le permite, dado el poderoso sistema de escuchas con el cual contaba y que seguramente aún posee información interesante de políticos pasados y presentes más allá de los partidos e ideologías, embarrar a varios.

No se debe perder de vista que sus abogados de peso, quienes cobrarán muchos pesos (dólares en realidad), tratarán de hacer ver que este pesado personaje es sólo un preso político más. ¿Preso político o político preso? La defensa procurará hacer ver que la única evidencia son los testimonios vertidos por narcotraficantes en el juicio del Chapo y que, como tal, por carecer de fuerza moral, no se debe confiar en éstos.

Tendremos meses de picantes declaraciones y muchas medias verdades, mientras de este lado del Río Bravo habrá más de un personaje sudando la gota gorda por lo dicho o lo omitido por García Luna. De igual forma, es imposible creer que las autoridades de nuestro vecino país del norte entendieron o supieron de los lazos de Genaro Luna hasta que se dio el juicio del Chapo. La realidad debe ser otra, así que en Estados Unidos también habrá algunos funcionarios o ex servidores públicos que sufrirán con los testimonios y silencios de García Luna.

El espectáculo acaba de iniciar, pero cualquiera que sea el resultado y las declaraciones de García Luna –sean éstas en realidad ciertas o falsas–, éste tendrá un profundo impacto en nuestro país y seguramente tenderá a ser desgarrador. ¿Quiénes lo capitalizarán? Se corren apuestas.

(SDP Noticias)

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