Opinión

Espionaje: escalofríos para unos, acuerdos para otros

Por Maite Azuela

Tiene 35 años, dedicado desde hace una década a mejorar las políticas públicas, recibió una llamada en la que le informaron que su nombre y teléfono aparecían en un periódico de circulación local en Yucatán. Pidió que le enviaran una fotografía. Minutos después notó que eran varios medios los que lo mencionan en una larga lista de exfuncionarios espiados en el sexenio de Miguel Ángel Mancera.

“Sentí frío en la espalda, mi estómago se hundía con náuseas al imaginar a estos tipos mirando mis fotos, revisando mis mensajes, teniendo acceso a todo lo que sólo corresponde a mi intimidad. No me preocupé nada por el tema público, durante mi desempeño como funcionario siempre fui transparente, congruente. Lo que me enfureció, fue saber que mi vida personal podía ser usada con fi nes políticos”, me comenta el exservidor de la CDMX.

Otra exfuncionaria me narró que desde que colaboraba en el gobierno, ella y otros compañeros intuían que estaban siendo espiados porque las llamadas telefónicas eran interrumpidas y en ocasiones algunos autos los seguían, incluso fuera del contexto laboral. Las amenazas eran veladas. En una ocasión, al cuestionar sobre una reasignación de recursos inexplicable, el señor Pedro Arellano le respondió “¿con esa panza de 8 meses de embarazo, no tienes miedo de que te pase algo?”

Mexicanos contra la Corrupción reveló un aparato de espionaje que operaba en el gobierno de Mancera coordinado, según su informe, por el entonces secretario de Gobierno y actual diputado federal por el PT Héctor Serrano Cortés. De confirmarse, ¿quiénes más estarían implicados en esta operación de “inteligencia”? Son un grupo unido y con fuerza política todavía latente. Un excolaborador cercano a Serrano me contó que este grupo trabajaba con una especie de “fichaje” en la que seleccionaban a quienes intervenían basándose en su perfil de opositores.

“Para darnos una idea de los incentivos de sus lazos, te podría contar que Mauricio Toledo (actual diputado federal por el PT) conocido entre el grupo como El Tomate, siempre fue considerado el joven promesa del PRD”. Otro personaje relevante era Leonel Luna, quien fungía como jefe delegacional de Álvaro Obregón. No era extraño que llamaran a un secretario del gobierno para mostrarle la sábana de sus llamadas, el acto amedrentaba por sí solo”.

La entonces secretaria de Gobierno, Patricia Mercado, que también fue víctima de espionaje, aclaró que no tenía conocimiento de que sus excompañeros estuvieran interviniendo sus conversaciones y las de sus allegados. Entre otras víctimas aparecen el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal. ¿Presentarán denuncia o seguirán acordando con quienes violaron su derecho a la privacidad?

Al día de hoy, la Fiscalía General de la República no ha resuelto prácticamente nada sobre el caso Pegasus, software que se utilizó para espiar a periodistas y defensores de derechos humanos. Cabe preguntar: si la FGR no ha dado resultados en el caso Pegasus, ¿qué podemos esperar de la Fiscalía de la CDMX que tiene menos recursos? ¿Ser espiado se compensa con nuevos acuerdos de intercambio por reformas, destrucción de fideicomisos, alianzas electorales, etc.? Veremos si Morena opta por la distancia con quienes violaron el derecho a la privacidad de sus líderes o continúan aliándose con ellos. Por lo pronto, Héctor Serrano permanece en silencio.