Por Jorge Gómez Barata
¡Al fin! Donald Trump tiró la toalla, razón para que los demás pasen la página y concentren su atención en la nueva administración que es el presente. Vladimir Putin y AMLO deberían apresurarse para no incurrir en omisión. La fiera amenaza con atacar en 2024. ¡Estad alertas!
En lugar de abrir el juego y admitir honradamente la derrota en las urnas, Trump continuó la siembra de vientos al propalar la idea de que lo hizo para proteger a Emily Murphy, directora de la Administración de Servicios Generales (GSA) a quien corresponde emitir las instrucciones para iniciar la transición y que, según el perdedor, era amenazada, nadie sabe por quién. Aunque no es ley, la tradición y la caballerosidad obligan al presidente saliente a comportarse decorosamente con su sucesor.
Ronald Reagan dejó a George H. W. Bush una carta de siete páginas escritas a mano en las cuales predominó en buen humor, advirtiéndole que “Habrá noches en las que lloraras y le pedirás al Servicio Secreto que te dejen salir… no te lo permitirán. Dios te bendiga y bendiga a Bárbara. Ron”.
Cuatro años después, con fecha 20 de enero de 1993, George H W Bush escribió a su sucesor Bill Clinton: “Estimado Bill: Te deseo una gran felicidad aquí…Habrá tiempos muy difíciles, aún más difíciles por las críticas que quizás no consideres justas…Cuando leas esta nota serás nuestro presidente…. Tu éxito ahora es el éxito de nuestro país. Te estoy apoyando mucho. Buena suerte, George”.
George W. Bush dejó a Obama un mensaje premonitorio: “Querido Barack, felicitaciones por convertirte en nuestro Presidente. Acabas de comenzar un capítulo fantástico de tu vida…Tendrás a Dios para confortarte y a una familia que te ama, además de un país que estará pujando por ti, incluyéndome. No importa lo que suceda, te inspirará el carácter y la compasión de la gente a la que ahora lideras. Que Dios te bendiga. GW”.
Barack Obama quien en la noche de la elección llamó a Trump para felicitarlo por la victoria y 48 horas después lo recibió en la Casa Blanca, depositó en la gaveta del escritorio un cálido mensaje: “Estimado señor presidente: El traspaso de poder pacífico es una de las señas de identidad de nuestra democracia…millones de personas han depositado su confianza en usted y esperan mayor prosperidad y seguridad durante su mandato. Le deseo lo mejor en esta gran aventura…Barack Obama”. Trump calificó la nota como “reflexiva y hermosa”.
Es una pena que Donald Trump no haya continuado esta preciosa tradición. En las democracias unos candidatos no derrotan otros, lo hace el pueblo que elige. Al futuro expresidente le faltó altura.