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Opinión

Abandono de los Pueblos, Causas Estructurales

Por Hugo Carbajal Aguilar

Vamos a apoyarnos en un minucioso y enjundioso ensayo de Sergio Prieto Díaz, El Tren Maya y las nuevas fronteras, experto en Migraciones Internacionales que descubre otras distintas intenciones de estos objetivos económicos que pretenden ser ecológicos, culturales y autosustentables. Lamentablemente no resisten el análisis que adelanta algunas muy previsibles consecuencias de estas tareas.

Estos, afirma el eminente investigador, son… megaproyectos que aparentan ser novedosos pero siguen formando parte de la visión hegemónica del desarrollo periférico de las fronteras: el Plan Puebla-Panamá, el Tratado de Libre Comercio con EEUU y Canadá, la renacionalización del ferrocarril Chiapas-Mayab, el Plan Frontera Sur, las Zonas Económicas Especiales (ZEE’s), todas las cuales conforman los engranajes de un proceso histórico.

Frente al discurso institucional que adorna sus “cualidades”, “polos de desarrollo”, “espacios de prosperidad”…, en la práctica justifican, naturalizan, reproducen e instrumentalizan las causas estructurales de las migraciones forzadas. Esta retórica defiende una lógica funcional… la multiplicación de proyectos neoextractivos… (…)… la generalización de mercados laborales precarizados específicamente orientados a población migrante.

Ojo: causas estructurales, no causas circunstanciales o meramente coyunturales. Causas propiciadas y generadas por el motor del sistema capitalista que no deja de causar daños y perjuicios y que lo hacen de forma integral.

El verdadero proyecto es más interesante. El Programa Integral para el Desarrollo del Sur de México y Centroamérica propone un profundo reordenamiento territorial compuesto por 5 grandes megaproyectos para conectar la región Centroamericana. A este proyecto regional se suman el Tren Maya, Sembrando Vida, la refinería de Dos Bocas, Tabasco, y el Corredor Transístmico…

Y no son los únicos pues se contemplan también granjas porcícolas y de pollos, proyectos energéticos y complejos turísticos.

La multiplicación de megaproyectos en las regiones fronterizas entre México y Centroamérica plantea escenarios, retos y conflictos múltiples… conflictos que pueden avizorarse, profetizarse sin mayor esfuerzo dadas las circunstancias históricas que nuestros pueblos han padecido.

–Desplazamiento de poblaciones originarias residentes hacia mercados laborales precarizados del turismo en Cancún y la Riviera Maya.

–Retención y empleo precarizado de poblaciones indocumentadas del Sur global.

–Nuevas poblaciones migrantes altamente especializadas (nacionales y globales), atraídas o vinculadas a los megaproyectos.

–Militarización del control migratorio en la Frontera Sur mediante el despliegue de la Guardia Nacional, con soldados procedentes de distintas regiones del país.

–Especulación, despojo y privilegio turístico: geriátrico, de fiesta, de lujo…

¿Repetiremos los errores nuevamente sin aprender de nuestra historia reciente? ¿Estaremos entregando mano de obra masiva, dócil y barata a estos megaproyectos? ¿Los territorios indígenas serán objeto de despojo y de venta a postores nacionales y extranjeros? ¿Nuestros paisanos serán extranjeros en su propia tierra? ¿El progreso justifica el despojo?

Sigamos: ¿se va a propiciar esa migración de mano de obra hacia esos centros turísticos y comerciales en condiciones laborales indignas? ¿Van a migrar también aquellos egresados de institutos educativos de nivel “superior” preparados de antemano para el servicio de las empresas? Aquí los Tecnológicos tienen mucho qué decir porque han obedecido sumisamente esa instrucción de la OCDE y del Banco Mundial.

Y todavía lo presumen, muy orgullosos de que sus egresados cumplan ese papel subordinado. También se habla de hacer acopio de mano de obra indocumentada procedente de países hermanos y obligada por la necesidad. ¿Qué papel cumplirá el Ejército ante esta masiva migración?

“…una verdadera política de combate a las causas de la migración –afirma este investigador– tendría que garantizar el “derecho a permanecer”, “seguro, tranquilo y feliz” donde se elija, no donde se empuje. La defensa del territorio frente al neoliberalismo se convierte así en la primera línea de defensa frente a los procesos de (in) movilidad forzada”.

Vamos a añadir la muy probable especulación y hasta el despojo de las tierras de nuestros pueblos originarios que han sufrido abuso tras abuso por parte de los empresarios devastadores de la naturaleza y de nuestras culturas. Lo que ocurre hoy día en la Frontera Sur de México es una muestra relevante de problemáticas globales en las que los países históricamente dependientes, “siguen subordinados y sirviendo a los intereses geopolíticos de las grandes potencias hegemónicas (nacionales o mercantiles), así como de las estructuras multinacionales que las amparan.

“…la trascendencia histórica de los megaproyectos ferroviarios en la ocupación y reordenamiento de territorios…la definición de fronteras físicas y simbólicas –tienen que ver– de forma más amplia, como vehículo no sólo de personas o mercancías, sino de visiones ideológicas o cosmológicas...

Obsérvese atentamente cuando se dice que se vehiculan no sólo personas o mercancías sino otras formas de pensar e interpretar el mundo de la naturaleza y la sociedad, su existencia misma, sus distintas visiones e interpretaciones, es decir, se altera la conformación de esa cultura originaria al impactarse con otras que no comparten sus hábitos, costumbres, lenguaje, tradiciones, en fin, una otra forma de vivir, de experimentar la naturaleza y las relaciones humanas.

Esto ya lo había trabajado con profundidad y elocuencia Don Miguel León Portilla. Ya tendremos oportunidad de comentarlo, por supuesto.

Cfr. Revista América Latina en Movimiento No. 547: Panamá en Tehuantepec: Colonización ferroviaria del Sureste de México 11/03/2020.

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