Jorge Lara Rivera
La credibilidad lo es todo en el mundo del periodismo. Los medios informativos y los comunicadores saben perfectamente el significado de la acreditación. Es de su seriedad de la que pende la influencia de un medio. La edición de POR ESTO! del 11 de julio del 2019 resultó inquietante en más de un sentido. Precisamente por influyente, dado lo sistemático de su labor periodística de servicio a la sociedad, la portada de ese día fue desconcertante.
Publicar en primera plana y a ocho columnas las declaraciones (videograbadas en agosto del 2014) del científico y físico militar en altas tecnologías Byod Bushman (retirado de Aeroespacial Lockheed Martin, la empresa contratista militar más asidua de los Estados Unidos e impulsora del Programa Especial Secreto de la Agencia Espacial NRO Oficina Nacional de Reconocimiento de EEUU) confirmando la existencia de la legendaria ‘Area 51’, largamente negada por el gobierno estadounidense –hasta 1990– y el estudio de naves, cuerpos y tecnologías de alienígenas –su variedad racial y tratos además con los terrícolas– capturados era en sí arriesgado. (Piscólogos y neurocientíficos llevan décadas desacreditando las experiencias de ‘contacto’ atribuyéndolas a gran sensibilidad del lóbulo temporal –susceptible a frecuencias magnéticas de baja intensidad– del cerebro, condiciones como sonambulismo y pesadillas, y rasgos de personalidad como fantasía, así como traumas infantiles y propensión al estrés. Pero en honor a la verdad, si por simple lógica la probabilidad de vida en algún otro, u otros, mundos entre las incontables miríadas de millones de planetas existentes en el espacio sideral se antoja plausible –como sucede a Helen Sharman, la primera astronauta británica, según publicó POR ESTO! en enero de este año–, la noción parece aceptable a mucha gente como tesis, a condición de transitar en cenáculos especializados, con poco que ver en la vida cotidiana y sin ser un factor inmediato a contar en ella). Aparte lo perturbador, la credibilidad del periódico diario POR ESTO! corría el riesgo de quedar en entredicho ante el mayoritario escepticismo en torno al controversial tema, dada la precariedad de informes serios verificables y con respaldo de evidencia irrefutable; sin duda audaz la decisión que en su larga y destacada trayectoria el periodista profesional Mario R. Menéndez Rodríguez, su Director General, había tomado al darle espacio preferente. La desazón se acentuó al revisar las primeras planas de otros periódicos nacionales y extranjeros aunque el transe se pudo sortear tomando en cuenta el peso que la ‘primicia’ tiene para el periodismo. Pero a la mañana siguiente empeoró cuando al consultar diversos medios fue notoria la ausencia de seguimiento, mención o referencias al tema.
No obstante, había el antecedente de que en días previos (julio 8) POR ESTO! había reproducido polémicas declaraciones de Avi Loeb, jefe del Dpto. de Astronomía de Harvard, a ‘The Washington Post’ sobre una nave alienígena viajando cerca de Júpiter. Y en fecha posterior (septiembre 9) divulgó la teoría de la biofluorescencia como adaptación de la vida extraterreste para evitar lo nocivo de la radiación en el espacio, sostenida por la investigadora de exoplanetas Lisa Kaltenegger y el astrobiólogo Jack O’Malley-James la cual podría confirmar el macrotelescopio del desierto de Atacama en Chile para 2025. Acerca de la existencia de vida extraterrestre inteligente y de su presencia en la Tierra, visiblemente POR ESTO! mantiene apertura brindándole espacio (igual que hace con respecto a muchos otros controversiales) de difusión.
De hecho Roberto López Méndez, quien se cuenta entre sus reporteros destacados, ha realizado artículos al respecto y es autor de la trilogía ‘Los Oriónidas’ (Bionaves oriónidas en Yucatán. Mitos del Inframundo Maya’, ‘La saga de Deón’ y ‘Horizon Howe’). Como él, mi padre –José Dolores Lara Gómez– es un convencido del tema y lo sigue con apasionamiento.
Al margen de las motivaciones (un distractor para desviar la atención sobre la mala administración de la crisis sanitaria por el gobierno de Donald Trump; una preparación a la gente para algo más trascendental; la presión alienígena pues según los ufólogos una nave enorme se detuvo sobre el Área 51; simple coincidencia, etc.) que la produjeron, la desclasificación de información el 28 de abril sobre 3 incidentes de pilotos con OVNIs (UFO en inglés) ocurridos 1 en 2004 y 2 en 2015 –videos que, ‘filtrados’ desde hace 2 años, ya se encontraban en internet–, confirmando oficialmente su autenticidad y falta de explicación razonable, por la Marina estadounidense, convalidan el trabajo informativo realizado, de POR ESTO! –enhorabuena– y ratifica el gran olfato periodístico de Mario R. Menéndez Rodríguez. Bien por él. Ahora, con respecto al asunto, la situación dista de ser tranquilizante…¿mas si má?