Opinión

El indispensable diálogo sobre la salud en México

El intercambio de ideas, mediante el diálogo, es una herramienta poderosísima para encontrar soluciones a problemas evitando su escalamiento y estallido en crisis de grandes proporciones. Fue la cerrazón al diálogo del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz con la representación estudiantil en 1968, lo que llevó a la masacre de Tlatelolco el 2 de octubre, que pudo haberse evitado. Por el contrario, los diálogos de San Andrés Larráinzar distendieron el conflicto con el EZLN en Chiapas. Fue el diálogo lo que puso fin al conflicto entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña cuando el Sinn Féin, brazo político del IRA, llegó al Acuerdo del Viernes Santo en 1998.

México vive una “guerra” que le ha ocasionado más de 75 mil muertos. No es un conflicto armado, es una “guerra” contra un enemigo invisible, el SARS-CoV-2, que se ha prolongado por 7 meses con enorme letalidad y no tiene visos de terminar. En su edición del 12 de septiembre pasado, El Universal da cuenta de ella con una primera página impactante. Dicen sus ocho columnas: “70 mil 183 muertos por COVID en México” y se acompañan de dos fotografías desgarradoras: una del cementerio de San Lorenzo Tezonco en Iztapalapa del 17 de mayo prácticamente vacío, y otra del mismo lugar el 29 de agosto, atestado de tumbas tan sólo 3 meses después.

Si queremos detener a ese mortal enemigo que tantas familias de mexicanos ha enlutado, es el momento de dialogar entre quienes tienen en sus manos la administración de la pandemia, y quienes con su experiencia desean aportar lo mejor de sí mismos para enfrentarla con el documento “La gestión de la pandemia en México”, elaborado por la exsecretaria Mercedes Juan y los exsecretarios Salomón Chertorivski, José Ángel Córdova, Julio Frenk, José Narro y Guillermo Soberón.

En XI capítulos, los autores exponen importantes consideraciones que incluyen primeras medidas, marco jurídico, política de aislamiento, experiencia internacional, pruebas, reconvención hospitalaria, cubrebocas, política económica, nueva realidad, conclusiones y recomendaciones. Ya solicitaron una reunión con el secretario Alcocer y el subsecretario López-Gatell a fin de dialogar sobre la mejor forma de contrarrestar la pandemia.

Ese diálogo sobre la salud en México es indispensable porque: 1) No hay un descenso drástico de la curva epidémica y al ritmo actual sin duda llegaremos a más de 100,000 muertos para diciembre; 2) No se va a contar con la vacuna hasta el primer semestre del año entrante, lo que significa que mientras tanto habrá más muertos; 3) El mes entrante es el inicio de la época estacionaria de la influenza cuando, a decir del Dr. López-Gatell: “podríamos tener una exacerbación” y agregó: “hay que administrar el riesgo disminuyendo lo más posible los contagios”.

Dialogar enaltece y engrandece al ser humano. No dialogar lo envilece y empequeñece. Dialogar no significa debilidad alguna, al contrario, implica la fortaleza de la seguridad en sí mismo. Dialogar resuelve problemas, no dialogar los dispara hasta el punto de crisis (el 68).

Este gobierno ya ha dado diversas muestras de diálogo: la secretaria de SeGob, Olga Sánchez Cordero, conversa con las feministas que ocuparon la CNDH y el Director General del IMSS, Zoé Robledo, platica con los padres de niños con cáncer.

Dialogar sobre todo entre colegas que hablan el mismo idioma médico-científico no significa confrontar al gobierno de la 4T con quienes fueron servidores públicos en otras administraciones, dos de ellos rectores de la UNAM. Significa intercambiar ideas para robustecer la estrategia de ataque a un enemigo implacable que está matando a mexicanas y mexicanos sobre todo de escasos recursos.

Confío en que se dará ese diálogo indispensable y que el secretario Alcocer y el subsecretario López-Gatell (IMSS e ISSSTE incluidos), conversarán con sus colegas médicos por el bien de México y ¡en el Mes de la Patria!

Por Emilio Rabasa Gamboa*

 

* Docente/investigador de la UNAM