Opinión

Vacúneme doctor: ¡Ahora!

No conozco ningún proceso tan eficazmente cubierto informativa y estadísticamente como la COVID-19. Diariamente se conoce cuántas personas han enfermado, cuántas han fallecido, qué cantidad obtuvo alta médica y otros pormenores

Lo que nadie sabe es cuántas vacunas se produjeron, a dónde fueron enviadas ni cuántas se aplicaron. Al respecto, la falta de información oficial en tiempo real, deja a observadores y analistas a merced de datos fragmentarios y circunstanciales de fuentes diversas, algunas no acreditadas y otras interesadas en maquillar resultados.

La tendenciosidad, la mala fe y la politización extrema, han convertido los esfuerzos por crear, distribuir y aplicar vacunas contra la COVID-19 en un desconcertante campo de batalla.

Existen unos 80 países que cuentan con recursos para adquirir vacunas. Muchos de ellos han gestionado sin éxito encargos ante los suministradores y otros informan de contratos y sin que concreten los pedidos y las entregas.

Según se conoció, China ha inmunizado a 40 de sus 1.500 millones de habitantes, es decir el 2.67 por ciento. En América Latina, Brasil no llega a seis millones de dosis con las cuales pudiera inmunizar tres de sus 210 millones de habitantes. Argentina, ha recibido menos de tres millones de ámpulas de los 88 que necesita para proteger a sus 44 millones de ciudadanos. Para mediados de febrero México había contado con unas 700. 000 inyecciones, para sus 126 millones de habitantes que necesitan más de 350 millones de dosis.

Según dijo a Democracy Now el Dr. Craig Spencer, director de salud global en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, que trabaja en Guinea, recibió allí 25 dosis del fármaco, aclarando que no falta ningún cero; no fueron 2.500 ni 25.000, son sólo 25. Según sus cálculos en África Oriental, habrá que esperar hasta 2022 o 2023 para realizar campañas de impacto.

Además, existe incertidumbre acerca del período que dura la inmunización. Si fuera de dos años, antes de terminar la primera ronda, habría que comenzar la segunda 

La esperanza radica en que ya existen las vacunas y que más de 50 países en diferentes plazos pudieran producirlas. Los más avanzados pueden aumentar la producción ya, otros con financiamientos y transferencias tecnológicas, en plazos razonables pudieran desarrollar plantas para reproducirlas. Entre tanto: ¿Cómo adquirirlas?

Hasta hoy, en único mecanismo eficaz para extender la vacunación a alrededor de 130 países necesitados de asistencia económica es COVAX una entidad de cooperación y asistencia, asociada con la Alianza para las Vacunas (Gavi), a la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI), todos ellos asociados a la OMS.

La asociación COVAX, Gavi y CAM a la cual se vinculan 170 países que agrupan el 70 % de la población del planeta, constituye una iniciativa mundial sin precedentes que ofrece la oportunidad para acceder a la mayor cartera de vacunas y de negociar de conjunto para reducir los costos.

La meta del COVAX es, para fines de 2021, distribuir 2.000 millones de dosis de vacunas, ofrecidas equitativamente a todos los países participantes, de forma proporcional a su población. A pesar del enorme esfuerzo, 2000 millones inmunizan apenas a mil de los siete mil millones de habitantes de la tierra

Cuba, que cuenta con capacidades de investigación, tradición en la producción de vacunas y una poderosa industria farmacéutica, se mantiene al margen de tales mecanismos, a los cuales en virtud del bloqueo estadounidense difícilmente podría acceder, ha realizado la apuesta más alta iniciando la producción en gran escala de dos candidatos, con los cuales planea comenzar la vacunación masiva de su población que, este año quedará totalmente cubierta. A todos, ¡buena suerte! Allá nos vemos.

Por Jorge Gómez Barata