Opinión

Las siete vidas de la mansión de Gordillo

Por Esto!

La mansión de Elba Esther Gordillo Morales en la Marina residencial en Coronado Cays, California, ha tenido una vida tan truculenta como la de su dueña. Tras el arresto y encarcelamiento de “La Maestra” en 2013, la residencia fue cateada, asegurada, abandonada, adueñada, casi embargada, puesta en venta y rentada. Como los gatos, a los que atribuyen siete vidas, sobrevivió.

Actualmente, la residencia de nueve recamaras, siete baños, muelle privado, alberca, cocheras y amplio jardín, se renta para vacaciones y fines de semana. El ingreso va directamente a Gordillo.

Entre enero de 2019 y agosto de 2020, Gordillo trató de venderla por 4 millones de dólares, pero la retiró del mercado el año pasado ante la falta de compradores en medio de la pandemia.

De acuerdo con documentos del Condado de San Diego y agentes inmobiliarios, el dueño nominal de la residencia sigue siendo Comercializadora TTS S.A. de C.V, empresa mexicana ficticia registrada a nombre de Zoila Estela Morales Ochoa, difunta madre de la ex maestra. Fue comprada en 1988 por 550 mil dólares, que autoridades mexicanas alegaron fueron desfalcados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que Gordillo dirigía. Su valor neto hoy es estimado por el predial en 5.4 millones de dólares.

Otros familiares que aparecen como copropietarios de facto son su yerno Fernando González Sánchez, señalado como cómplice de su suegra en actos de corrupción, y su hija Maricruz Montelongo Gordillo, esposa del primero. Montelongo Gordillo tiene reservado un lugar en la lista de diputados plurinominales de la cuarta circunscripción por el nuevo partido Redes Sociales Progresistas (RSP), del que es dirigente González Sánchez, su marido (Reforma 03/22/2021).

“La residencia es una propiedad familiar”, me dijo un agente inmobiliario que pidió no ser identificado. Mónica Arriola Gordillo, la finada hija de Gordillo, también está en el listado de copropietarios de facto.

Récords del Servicio de Recaudación de Impuestos Prediales del Condado de San Diego muestran que Comercializadora TTS S.A. de C.V, tiene una morosidad de 70 mil dólares por concepto de impuestos sobre la propiedad. La suma incluye multas y cargos por retraso en los pagos de 2020 y 2021. En California, el impuesto predial se paga en diciembre y marzo de cada año.

La segunda residencia de Gordillo en Coronado Cays en 1 Green Turtle Rd, en la misma Marina, que habitaban Maricruz Montelongo y González Sánchez, fue vendida por 3.75 millones en 2019, de acuerdo con documentos del condado de San Diego y el sitio inmobiliario Zillow. La fantasmal Comercializadora también aparecía como dueña nominal, por lo que los ingresos fueron a la familia.

En febrero de 2013, la entonces dirigente del SNTE fue detenida en el aeropuerto de Toluca cuando regresaba de Coronado Cays en avión privado, acusada de malversación de 200 millones de dólares del sindicato. De acuerdo con la Procuraduría General de la República, los fondos del presunto desfalco fueron utilizados para cubrir gastos personales como cirugías estéticas, compras en tiendas de lujo en Estados Unidos y adquisición de propiedades inmobiliarias.

A petición de la PGR, agentes de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) del Departamento de Seguridad Interna catearon y “aseguraron” la casa en 23 Green Turtle Rd.

Durante el encierro de Gordillo, el inmueble estuvo a punto de ser embargado para ser subastado por el Servicio de Recaudación debido a una morosidad de tres años consecutivos en impuestos prediales no pagados.

Luego, en 2015, la Asociación de Propietarios de Coronado Cays, interpuso un recurso de embargo preventivo debido a 8 mil dólares de pagos de cuotas atrasadas. A lo largo de toda la saga, la electricidad y el servicio postal en la residencia nunca fueron suspendidos. Y, como si siguieran de inquilinos, “Ms. Elba E. Morales”, Fernando González y Maricruz Montelongo no dejaron de recibir correspondencia.

De acuerdo con testimonios de testigos oculares y vecinos, personas no identificadas entraban y salían de la mansión como si allí vivieran, presuntamente sin autorización de las autoridades estadounidenses que aseguraron el inmueble a petición del gobierno mexicano y pese al embrollo jurídico. De haber sido investigación estadounidense, la casa hubiera sido acordonada, sellada y preservada como prueba incriminatoria.

Gordillo fue liberada en 2018 tras haber sido absuelta por un juez federal de delincuencia organizada y lavado de dinero. Hoy su caso está cerrado.

“La Maestra” asegura que su detención–primero en la cárcel, después en el hospital y más tarde en arresto domiciliario—la cambió. Se dice inocente, víctima de una persecución política y de ser un chivo expiatorio que asumió el vía crucis para proteger la causa educativa (20/08/2018 El País).

Suponiendo que así fuera, sigue sin explicar a la sociedad mexicana cómo fue que compró dos mansiones de lujo en uno de los lugares más exclusivos en el sur de California por 10 millones de dólares con su sueldo sindical.

Contestataria e irredenta, Gordillo ha prometido recuperar su influencia y relevancia. La semana pasada, Proceso reportó que busca una candidatura plurinominal en Redes Sociales Progresistas, que dirige su yerno (Proceso/Apro 16/03/2021).

El oportunismo es la marca que mejor describe la vida política de Gordillo, no las marcas de lujo que ostentaba. En los 24 años que dirigió el sindicato más grande de Latinoamérica–con un millón de agremiados—su influencia alcanzó los escalones más altos del poder político. Sabía navegar en el tempestuoso mar de la política mexicana.

The New York Times la llamó “la mujer más poderosa de México”. La revista Forbes la ubicó en el primer lugar en la lista de “Los 10 mexicanos más corruptos en 2013”, en una nota firmada por la autora. Era temida por aliados y respetada por adversarios.

En un país en el que los ricos y poderosos son mayormente intocables, el arresto de Gordillo sacudió a México y atrajo los reflectores internacionales. Pero ocho años después de ese presunto golpe espectacular contra la corrupción, sólo queda el recuerdo. La situación actual de Gordillo y su mansión en Coronado Cays son la reiteración de que México es el país del no pasa nada. Ella, acusada, pero absuelta y libre; su mansión, asegurada, pero nunca confiscada, generando ganancias a su dueña. Todo un acto.ww

Por: Dolia Estévez