De manera casi simultánea a la reunión que por órdenes presidenciales le fue otorgada el pasado miércoles 3 a Florián Tudor —presunto líder de la llamada mafia rumana— con la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, fiscales federales de Estados Unidos programaban una nueva batida en tres estados de ese país, contra cómplices de aquél.
Asimismo, dos naciones europeas, su natal Rumania y Malta, anunciaban a México haber librado órdenes de aprehensión sobre este personaje, al que se le atribuye encabezar negocios criminales —drogas, trata de personas, falsificación de tarjetas de crédito— por 2,400 millones de dólares anuales, con presencia en 18 naciones.
Agencias estadounidenses anticrimen, entre ellas la DEA y el FBI, se manifiestan exasperadas por la pasividad con la que se ha actuado en contra de Tudor, quien según se compartió a este espacio, ya había tenido una reunión privada, a inicios de 2020, con Carlos Joaquín González, gobernador de Quintana Roo, una entidad donde, de acuerdo con reportes confiables, esta banda tiene bajo sueldo a policías estatales y municipales, a funcionarios de la fiscalía estatal, a jueces locales y federales, que en más de una ocasión han protegido sus operaciones.
En la lista de amistades cercanas a Tudor se hallan políticos de diversa monta, empresarios e incluso gerentes locales de bancos. Entre los primeros destacan líderes del Partido Verde, como el dirigente estatal, José de la Peña Ruiz de Chávez, al que la UIF le congeló cuentas. También ha sido señalado René Bejarano, dos de cuyos cercanos, ligados al grupo de Tudor, asistieron como invitados especiales al banquete inaugural del gobierno López Obrador, en Palacio Nacional, en diciembre de 2018.
Fuentes de la Fiscalía General de la República consultadas revelaron que, en diciembre pasado en Cancún, pistoleros al mando de Florián Tudor interceptaron a un grupo de agentes federales que llevaban a cabo pesquisas por órdenes de la fiscal especial de Combate a la Corrupción, María de la Luz Mijangos. Los conminaron a salir del estado y, para ilustrar el alcance de su poder, dijeron haber estado atrás del despido del ex delegado de la FGR en el estado, Javier Ocampo García, en septiembre de 2019, y del secretario de Seguridad estatal, Alberto Capella, en noviembre de 2020.
Se conoce también que este último fue advertido por las citadas agencias norteamericanas que la mafia rumana ha puesto precio a su cabeza, por lo que dejó el país de manera preventiva, sin que en este momento se conozca con precisión su paradero.
En octubre de 2019, un operativo conjunto contra la mafia rumana llevó a detenciones en distintas ciudades de México —además de la Rivera Maya, opera en Puerto Vallarta y Los Cabos— y Estados Unidos. Allá varios permanecen presos, entre ellos Florián Claudiu Martin, presuntamente hermano del que hace llamar “El Tiburón”. En Quintana Roo, fiscales y jueces operaron el tema con tantas deficiencias que todos fueron liberados.
La referida UIF, que conduce Santiago Nieto, congeló cuentas contra personajes ligados al grupo y presentó una denuncia ante la FGR. Todo indica que nuevos acontecimientos se presentarán en los próximos días.
Apuntes:
La llamativa salida de Fabián Medina en el equipo del canciller Marcelo Ebrard supone la fractura de una larga amistad (compadrazgo incluido) que descarrila el trabajo del equipo de estrategia que aquél coordinaba, con encomiendas importantes dictadas desde el principal despacho de Relaciones Exteriores. Sin embargo, fue marginado en los meses recientes, en contraste con el ascenso de Roberto Velasco, colocado por Ebrard al frente de la relación con Estados Unidos. Eso trajo el rompimiento.
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Por: Roberto Rock L.