“Que se eduque a los hijos del labrador y del barrendero como a los del más rico hacendado”. Estas palabras son de José María Morelos y Pavón, quizá uno de los mejores hombres que ha dado nuestro país. A más de doscientos años después, su reflexión sigue siendo válida, pues otro de los componentes fundamentales del buen ciudadano es, sin duda, la educación.
En estos tiempos uno de los temas que también ha sido materia de la agenda y debate es el rediseño de los libros de texto, la propia Secretaría de Educación, a través de su titular Delfina Gómez Álvarez, hace unos días señaló en Palacio Nacional que la participación en el rediseño de los libros de texto, “La Secretaría de Educación Pública tiene toda la disposición de abrir los canales de comunicación y participación de la sociedad”. Enfatizando que el profesor será el personaje de mayor colaboración en esta encomienda, no debemos pasar por alto que la reforma educativa del actual gobierno incluye la incorporación del Civismo. Hoy más que nunca en este rediseño se sugiere se tome en cuenta lo relativo a la educación cívica. Propongo o sugiero que esa materia de Ciudadanía abarque los siguientes temas o rubros:
1. El ciudadano: 1.1 Concepto del ciudadano, 1.2 Reflexiones sobre el modo honesto de vivir, 1.3 Derechos y obligaciones del ciudadano.
2. Ciudadanía: 2.1 Antecedentes históricos del concepto, 2.2 Estudio del concepto, 2.3 Contenido filosófico, 2.4 Ciudadanía e inmigración, 2.5 Pertenencia con México.
3. Virtud cívica y participación: 3.1 ¿Qué es la virtud?, 3.2 Diversas concepciones filosóficas sobre la virtud, 3.3 Un acercamiento al bien común, 3.4 ¿Qué es la participación ciudadana?, 3.5 Formas de participación ciudadana.
4. Democracia: 4.1 El origen del poder político, 4.2 Formas de democracia, 4.3 Medios de comunicación y democracia, 4.4 Sociedad y sociedad política.
Es imprescindible una cultura cívica que involucre a todos los sectores, tanto privados como públicos. La gran cruzada es la educación cívica de los ciudadanos.
Debemos formar y educar ciudadanos, un país fuerte se compone de ciudadanos activos y participantes. No podemos ser simples observadores.
Hay que recordar las palabras de Aristóteles: “La finalidad real de un estado debe comprender la mejor moral de sus ciudadanos, ya que debe ser una asociación de hombres que vivan juntos para alcanzar lo mejor posible”. Por ello, para avanzar como país debemos de formar ciudadanos.
Autor del libro “El Manual del Poder Ciudadano. Lo que México necesita”.
Twitter: @UlrichRichterM
Por: Ulrich Richter