Opinión

Mundo Generacional… La Generación “X” y sus Juguetes

En este artículo, Edwin Carcaño Guerra habla sobre los recuerdos de la infancia y tener los juguetes más queridos en 80´s y lo maravilloso de los días

En la Navidad del año 1980 muchos niños se despertaron con una ilusión: Encontrar el Halcón Milenario bajo el arbolito. Otros, más idealistas, esperaban el X-Wing de Luke. Algunos seguidores del Imperio Galáctico encontraron una TIE junto a una figura de acción de Darth Vader. Tan pronto los juguetes eran extraídos de sus cajas, comenzaban horas de diversión.

Lo más común era recrear la “Batalla de Yavin” o el ataque de los AT-AT a la base rebelde en Hoth. Muchos viajaban por la galaxia imaginando escenarios alternativos. Era imposible aburrirse cuando tú y tus amigos se reunían a jugar.

Y así llegó el año de 1982. Unas figuras de acción diferentes inundaron el mercado. A diferencia de Star Wars, estas eran más grandes y de músculos prominentes. Se trataba del príncipe Adam y sus amigos. Juntos defendían el “Castillo de Grayskull de Skeleton” y su banda de malvados criminales.

El día de tu cumpleaños, recibir a He-Man y su tigre Cringer, era el mejor escenario posible. Algo que me llama mucho la atención es que esos juguetes están de vuelta, desde hace algún tiempo, y los que los compran son los adultos de 45 años. ¡Qué bonitos recuerdos!

Algunos años más tarde, 1985 para ser preciso, unos robots llegaron de Cibertrón. Tenían la capacidad de transformarse en vehículos terrestres y pasar desapercibidos para los humanos. Llevaban años luchando entre ellos para poder rehacer sus reservas energéticas.

Tras una dura batalla tuvieron que abandonar su planeta. Así fue como llegaron a la tierra. Los autobots, liderados por Optimus Prime, luchaban en contra de los Decepticons. El malo de la historia era Megatrón. Un líder despiadado que no tenía ética a la hora de tomar decisiones. Aquellos que tuvieron estos juguetes saben lo que es bonito. A la generación “X” nos gustan los juguetes de esa década.

Fue una gran experiencia desenvolver y abrir esas cajas. Eran horas de diversión. Nuestro cerebro imaginaba escenarios fantásticos. Todo ocurría en la mente. Eso despertó nuestra creatividad. Vivíamos luchas entre el mal y el bien (Desde una perspectiva absoluta) gracias a las caricaturas.

Los mejores amigos de nuestra infancia los hicimos con estos juguetes en la mano. Volábamos en una nave espacial a 25,000 años luz por día. Haber sido niño y disfrutar estos tiempos fue maravilloso.