Opinión

El desarrollo de Yucatán y la oportunidad del nearshoring: Un nuevo horizonte para el próximo Gobierno

En Yucatán, guardando todas las proporciones, tenemos el potencial de replicar este éxito si se aprovecha la oportunidad que el nearshoring ofrece

Nuestro Estado ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años, lo cual ha generado un gran potencial para el desarrollo económico y social. En este contexto, el fenómeno del nearshoring, que consiste en el traslado de la producción o servicios a países cercanos geográficamente a los centros de consumo, que ha tomado fuerza en nuestro país, representa una oportunidad única para impulsar aún más la economía yucateca, siguiendo el ejemplo de lo que hicieron países como China con la industria de manufacturas, tecnología y transformación en décadas pasadas.

China ha sido un modelo de crecimiento económico, fundamentado en la manufactura como motor de industrialización, innovación y desarrollo en el país. A través de la atracción de inversión extranjera, la creación de empleos y el fortalecimiento de la infraestructura, China logró posicionarse como un referente global en la producción de bienes y servicios disputándole a Estados Unidos el liderazgo global. La adopción de políticas adecuadas permitió que millones de personas salieran de la pobreza y mejoraran su calidad de vida.

En Yucatán, guardando todas las proporciones, tenemos el potencial de replicar este éxito si se aprovecha la oportunidad que el nearshoring ofrece. Este fenómeno, originado por la búsqueda global de cadenas de suministro más resilientes, tiene como ventajas la reducción de costos de transporte, el mejoramiento en la comunicación y una mayor flexibilidad en la cadena de consumo. Por lo tanto, Yucatán podría ser un destino atractivo para empresas extranjeras que buscan acercar sus operaciones a América del Norte y Sudamérica.

Además, nuestra tierra cuenta con una ubicación estratégica, seguridad, un clima de negocios favorable y una fuerza laboral joven, que hoy está siendo capacitada por un Gobierno que tiene visión de futuro en este aspecto, elementos que pueden potenciar aún más la adopción del nearshoring en el mediano plazo. Sin embargo, para lograr este objetivo se requiere un liderazgo maduro, con total conocimiento del Estado y con experiencia amplia en comercio internacional, capaz de entender las necesidades y demandas del mercado global.

La próxima persona que gobierne Yucatán en 2024, que será una de las y los candidatos definidos durante este, deberá tener una visión clara de cómo aprovechar estas oportunidades y, al mismo tiempo, una vocación social que garantice que los beneficios del crecimiento económico se distribuyan de manera equitativa en todo el territorio. Conocer a fondo el Estado, sus fortalezas y debilidades, y tener un plan de acción para impulsar el desarrollo integral de todas las regiones, será fundamental para alcanzar el potencial inmenso de nuestra patria peninsular.

En conclusión, el crecimiento de Yucatán y la oportunidad que representa el nearshoring son elementos clave que las administraciones venideras deberán potenciar y consolidar para garantizar el desarrollo sostenible del Estado. Siguiendo el ejemplo de China y su modelo de industrialización, Yucatán puede convertirse en un referente regional en términos de producción y comercio, siempre y cuando se cuente con un liderazgo adecuado y con legitimidad aquí y en china para el futuro…