Las máquinas del siglo XVI fueron los buques de vela, las del XIX las calderas de vapor, en el XX prevalecieron los automóviles y en el XXI pueden ser los drones. La historia del artefacto y del inventor es común a otros muchos que sustentan el quehacer de los Estados Unidos, el mejor lugar para desarrollar tecnologías. Así lo hizo Abraham Karem, considerado el llamado padre de los drones, quien dijo se sí mismo: “Soy un hombre de juguete... Lo que me motivó desde niño, fue el juego...”
Se trata de un iraquí, educado en Israel y consagrado en Estados Unidos, a quien la revista The Economist se refirió como la persona que: “...Transformó la forma en que se libra la guerra moderna...”, mientras The Smithsonian Magazine, afirmó: “...Fue el responsable de que los drones se convirtieran en una necesidad militar...”
El dron es exponente de una de las tecnologías más avanzadas en el campo de la robótica, aeronáutica y electrónica que, aunque ha encontrado su mayor uso en la esfera militar, está llamado a transformar la industria aérea. De hecho, ya es protagonista en la guerra que se libra en Ucrania.
Nacido en Bagdad en el 1937, cuando contaba 14 años la familia emigró a Israel donde se formó como ingeniero en The Technion, la mejor y más antigua universidad de Israel que, en el 2019 figuró en el ranking de las 100 mejores del mundo.
Mientras estudiaba se alistó en las fuerzas aéreas de Israel, en las cuales sirvió durante siete años. Poco después se unió a Israel Aircraft Industries, la cual dejó en 1974, dejó Israel Aerospace Indutries (IAI) para fundar su propia empresa para diseñar vehículos aéreos no tripulados. Sin lograr conquistar la atención de las Fuerzas Armadas del país, decidió probar suerte en los Estados Unidos a donde llegó en el 1977.
En Los Ángeles, comenzó a trabajar para una pequeña empresa, llamada Developmental Sciences Inc, de la cual se separó poco después. Su esposa Dina, con quien lleva casi 50 años casado, contó que su marido le encargó encontrar una casa con un garaje grande, que resultó ser la sede de Leading Systems Inc, fue allí donde Abraham Karem fabricó el primer dron que voló en los Estados Unidos.
Ante la negativa de la Fuerza Aérea a negociar con una empresa pequeña, la vendió a General Atomics, que lo empleó. Poco después fundó Karem Aircraft Inc. Aunque ha registrado patente sobre unos 20 vehículos, su invento más famoso es el MQ-1 Predator que debutó en el 2001 en Afganistán, todavía en servicio en los Estados Unidos y las fuerzas aéreas de varios países.
En Estados Unidos vuelan alrededor de 2 millones de drones, el más letal es el MQ 9 Reaper. Puede ser operado desde miles de km de distancia, su autonomía de vuelo y sistemas de armamento lo convierten en una avanzada máquina de guerra. Varios países fabrican y proveen a Rusia y Ucrania drones kamikazes que se utilizan sólo una vez, lo cual es posible por su bajo precio.
La avanzada tecnología de los drones que tiene un maravilloso futuro como parte de la aviación civil mundial con los más diversos usos pacíficos, está marcada por la fatalidad de ser también un arma extraordinariamente letal.