Al margen de preferencias políticas circunstanciales, todas válidas, los mexicanos tienen motivos para celebrar. Existen altas probabilidades de que, en el 2024 una mujer, Xóchitl Gálvez o Claudia Sheinbaum, se convierta en presidenta de México, lo cual constituye un avance social y político de dimensiones históricas que coloca al país en la vanguardia política mundial.
En México, donde las mujeres votaron por primera vez en 1955, antes de la presente campaña seis han aspirado a la presidencia: Rosario Ibarra, Cecilia Soto, Marcela Lombardo, Patricia Mercado, Josefina Vázquez y Margarita Zavala, quienes comparten el mérito histórico de haberlo intentado cuando pocos creían en ellas.
Esta será la 6ª oportunidad en que en América Latina una mujer asuma la Presidencia mediante elección popular. La primera fue la nicaragüense Violeta Barrios, a la que siguieron Mireya Moscoso, en Panamá; la chilena Michelle Bachelet; Cristina Fernández, en Argentina; Dilma Rousseff , en Brasil, y Xiomara Castro, en Honduras. Cristina, Bachelet y Dilma fueron reelectas.
Otras seis latinoamericanas han ocupado la Presidencia sin ser electas. Cinco asumieron el cargo por sustituciones reglamentarias: Lidia Gueiler, en Bolivia; Rosalía Arteaga, en Ecuador, y Ertha Pascal-Trouillot, en Haití. Maria Estela Martínez de Perón alcanzó la primera magistratura de Argentina tras la muerte de su marido, Juan Domingo Perón, de quien era vicepresidenta.
Jeanine Añez se hizo con la Presidencia involucrándose en maniobras que condujeron al derrocamiento de Evo Morales en Bolivia, por lo cual se encuentra arrestada en su país, y Dina Boluarte ejerce como presidenta de Perú tras la destitución, para muchos ilegítima, del presidente Pedro Castillo.
Lamentablemente, María Estela Martínez de Perón, primera argentina en ejercer la presidencia de su país, fue derrocada y arrestada por los militares golpistas. Dilma Rousseff fue sometida a juicio político y destituida.
Varios Estados del Caribe, donde rigen sistemas parlamentarios, han sido gobernados por primeras ministras, entre otras, Janet Jagan, en Guyana; Mary Eugenia Charles, en Dominica; Kamla Persad Bissessar, en Trinidad y Tobago; Portia Simpson-Miller, en Jamaica, y Mia Mottley, en Barbados.
Desde la Presidencia, algunas mujeres han hecho historia, entre ellas la británica Margaret Thatcher, la alemana Angela Merkel, la israelí Golda Meir, e Indira Gandhi, en India; Sirimavo Bandaranaike, en Sri Lanka; Benazir Bhutto, en Pakistán, primera mujer en gobernar un país musulmán y segunda en ser asesinada en el 2007, después de Indira Gandhi, en 1984.
En Sri Lanka se da el caso notable de madre e hija que fueron primeras ministras, Chandrika Kumaratunga hija de Sirimavo Bandaranaike. En África, Etiopía y Liberia han sido gobernadas por mujeres, respectivamente, Sahle-Work Zewde y Ellen Johnson-Sirleaf.
Con toda probabilidad, tras las próximas elecciones presidenciales, México se sumará a los 31 países que son gobernados por mujeres, añadiendo esta realización a la monumental obra que decenas de mexicanas han realizado en los campos de las artes y las letras, las ciencias, los deportes, el cine, las luchas sociales y la política.
Ante un acontecimiento que hará historia, suerte y que el buen Gobierno sea virtud de la triunfadora.