Si bien en México el cannabis ya es legal en términos generales, al estar contemplado en diversos artículos del marco normativo, su uso recreativo para adultos aún carece de regulación específica.
Durante años, activistas de derechos humanos en todo el país han luchado por su derecho al libre desarrollo de la personalidad en lo que respecta al consumo de cannabis. Esta situación llevó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a declarar la inconstitucionalidad de la prohibición absoluta que existía sobre la planta.
Durante un período significativo, se debatió sobre este tema en el Poder Legislativo, e incluso se aprobó un dictamen preliminar en el Senado de la República. Sin embargo, al pasar por la Cámara de Diputados, se realizaron numerosas modificaciones al dictamen, lo que resultó en que el tema quedara estancado, y el dictamen final permanece en la congeladora del Senado.
Posteriormente, la Suprema Corte emitió una declaratoria de inconstitucionalidad que eliminó los obstáculos legales para autorizar el consumo personal y regular el uso lúdico o recreativo de la marihuana exclusivamente.
Sin embargo, hasta la fecha, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no ha establecido las pautas necesarias ni ha tomado medidas concretas para permitir a los ciudadanos cultivar, cosechar, transportar y usar la planta, argumentando la falta de regulación. Esta situación ha generado una desinformación generalizada, ya que muchas personas creen que el cannabis es completamente legal y se puede utilizar o transportar sin consecuencias legales, lo cual no es cierto en México.
Para evitar problemas legales, es esencial contar con la autorización correspondiente, especialmente en caso de detención, ya que podría llevar a acusaciones de narcomenudeo por parte de un juez penal. Es crucial destacar que existen restricciones evidentes en el ejercicio del derecho de autoconsumo de la marihuana con fines recreativos, aun con la autorización.
En ningún caso debe llevarse a cabo frente a menores de edad ni en lugares públicos sin la autorización de terceros. Además, no está permitido conducir vehículos ni operar maquinaria peligrosa bajo los efectos de esta sustancia, ni realizar ninguna otra actividad que pueda poner en riesgo a terceros.
Es fundamental que todas las personas usuarias de cannabis tramiten la autorización correspondiente, ya que, de lo contrario, corren el riesgo de enfrentar detenciones arbitrarias o, peor aún, ser condenadas por narcotráfico al superar los límites establecidos por el Código Penal Federal.
La regulación del cannabis para uso adulto es un tema de gran relevancia en México. A pesar de que la planta ya es legal en términos generales, la falta de regulación específica ha generado confusión y riesgos legales para quienes desean hacer uso de ella. Una regulación adecuada permitiría establecer pautas claras, garantizar la calidad y seguridad de los productos y desalentar el mercado negro.
Además, la regulación podría generar beneficios económicos significativos, mediante la recaudación de impuestos que podrían destinarse a programas de prevención y tratamiento de adicciones, así como a otros servicios públicos. También contribuiría a reducir la criminalidad relacionada con el tráfico de drogas y a eliminar la incertidumbre legal que rodea actualmente el uso del cannabis.
En resumen, la regulación del cannabis es esencial para proteger los derechos de los consumidores, fortalecer la economía y combatir el mercado negro. Es hora de que el Congreso de la Unión en México establezca una regulación adecuada para el uso adulto del cannabis, brindando claridad y seguridad a quienes deseen hacer uso de esta planta.