Opinión

¿Cómo va el ascenso del acuífero en 2025?

Juan Vázquez Montalvo indicó que en Yucatán hay una muy buena cantidad de agua subterránea para palear con éxito una dura temporada de sequía.
¿Cómo va el ascenso del acuífero en 2025?

Ya han pasado cuatro años y meses y al parecer se les ha olvidado el grave problema que sufrimos los yucatecos con las inundaciones que causaron, primero la tormenta tropical Cristóbal, en junio, y luego los huracanes Gamma, Delta y Zeta en octubre del 2020.

Estos últimos ocasionaron lo impensable, que rebosara nuestro acuífero en zonas del Noroeste, Norte y Noreste del estado, aunque todas las energías y baterías disponibles se dirigieron a la zona urbana de Mérida, de la parte Noroeste y Poniente, en especial los fraccionamientos Las Américas y Ciudad Caucel y las comisarías del Norte de Mérida, a la parte Noreste no se le dedicó tanta atención.

De hecho, ya se olvidó este suceso de las zonas que se inundaron entre Tizimín y Río Lagartos, donde muchos ranchos tuvieron que ser reubicados o se encomendó el ganado con los vecinos, aunque las carreteras ya fueron elevadas y se pusieron alcantarillas, todo esto causado por la gran cantidad de precipitación que cayó, que alcanzó en la estación Nororiente de Mérida la exorbitante cantidad de 1.873,2 litros/m2 de altura de lámina precipitada acumulada en el año 2020, algo que jamás había ocurrido en la historia de Yucatán, y la elevación de 5,20 metros del nivel de altura del agua subterránea; actualmente en las zonas subterráneas que se inundaron ya está todo casi normal, ejemplos son los estacionamientos de Plaza The Harbor y el paso deprimido, por decir algunos, y tramos de la carretera Tizimín a Río Lagartos, pero lo más importante ¿usted sabe cómo se encuentra el nivel del agua subterránea? Pues está ahora a un nivel de 2,265 sobre el nivel medio mar (dato Odiser Empresarial), muy envidiable espesor de agua tomando en cuenta la fuerte sequía histórica que vivimos en 2024, como si estuviera acabando una buena temporada de lluvias y la del año pasado fue con acumulado hasta el momento de 1.016,8 mm, que está dentro del promedio anual (dato Fiuady) y aunque según modelos se esperaba una temporada fuerte con un 30 por ciento por encima del promedio, no ocurrió, pero lo que cayó fue suficiente para mantener aun elevado el manto acuífero.

Se esperaba fuera una gran temporada de lluvias, como se pronosticó, pero los ciclones tropicales que pasaron sobre o cerca de Yucatán no dejaron significativas lluvias con acumulados importantes, cuando mucho en el mejor de los casos se esperaba llegara a 3,00 metros sobre el nivel medio del mar, pero aunque sí nos afectaron ciclones tropicales, directa o indirectamente no hubo grandes precipitaciones, máxime que cada huracán puede dejar un incremento del acuífero de hasta dos metros sobre el nivel medio del mar, lo que haría que rebose el acuífero de nuevo, es decir, sólo con lluvias no rebosaría, pero si nos afectan ciclones, aunque sea indirectamente, si habría la posibilidad de que se derrame si traen mucha agua.

Lo que sí es que hay una muy buena cantidad de agua subterránea para palear con éxito una dura temporada de sequía, el otro año está sobre 1,20 sobre el nivel medio del mar de excedente, más lo que dejen los frentes fríos que faltan, se espera lleguen con lluvias. Además, la actual temporada de sequía se prevé de moderada a algo fuerte.

Las medidas de mitigación y protección para las zonas que se inundaron ojalá que pronto ya estén reglamentadas por las nuevas autoridades, y sobre todo los planes de sensibilización entre los habitantes de las zonas que se inundaron ya aplicados. El cambio climático ha alcanzado a Yucatán, nos guste o no, hay una muestra de lo que puede provocar, la naturaleza  nos demostró que nuestro acuífero tiene sus límites de tolerancia.