De la Redacción
Dentro del cúmulo de delitos que se siguen registrando en la ciudad de Cancún, las extorsiones a todo tipo de negocio, tanto de la zona centro como de la periferia de la ciudad, se mantienen bajo la sombra de los grupos delictivos que han encontrado en la impunidad su mayor aliado para someter a todo comerciante.
Y con cuotas que van desde los 3, 4, 5 y 10 mil pesos en adelante de manera semanal, es como los delincuentes han encontrado en la extorsión una de las formas más fáciles de recapitalizar la operatividad de sus organizaciones y con ello recaudar la mayor cantidad de recursos posibles para cubrir en tiempo y forma el pago por protección de elementos policíacos que están en nómina con ellos.
Los cobros por derecho de piso del crimen organizado hacia los comerciantes y empresarios de Cancún, desde los más pequeños hasta de índole turística, se han extendido por toda la ciudad donde actualmente no hay establecimiento alguno que esté a salvo de las extorsiones.
El cobro criminal se lo hacen por igual a los negocios de venta de pollos asados, cervecerías, tiendas de abarrotes, tianguistas, restaurantes, bares y la cantidad depende en gran medida del tipo de giro.
No obstante, ha trascendido que hay lugares donde el cobro de extorsión apenas y llega a los 2 mil pesos semanales, en algo considerado por los diversos grupos criminales como una extracción de rentas sociales para el sostenimiento de sus actividades delictivas de manera impune.
Precisamente por ello y de esta manera es como las organizaciones criminales que operan en Cancún han cubierto prácticamente a todos los sectores productivos de la ciudad, de acuerdo con los organismos empresariales que a pesar de expresar su preocupación en reiteradas ocasiones, hasta el momento, no se ha frenado esta práctica delictiva que se refleja además con algunas de las ejecuciones de personas que no han querido pagar las cuotas que les exigen los grupos criminales.
De acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, algunas de las prácticas de extorsión de las que últimamente han tenido conocimiento, además del conocido pago por “derecho de piso”, se encuentran las de secuestro express, en cuyos casos se amenaza con violencia directa a la víctima o cualquier miembro de su familia.
Otras son las extorsiones carcelarias, donde los delincuentes utilizan un tono fuerte para presionar al pago del dinero que le exigen a cambio de liberar a un pariente de la víctima.