Por Gabriel Aguilar
COZUMEL, 29 de octubre.- Cuatro armas de fuego fueron escondidas por narcomenudistas y posteriormente, recuperadas en el cementerio “Mansión de Paz”. Las autoridades quedaron evidenciadas con que existen armas de fuego y todo indica que de uso exclusivo del Ejército en manos de delincuentes locales.
El pasado jueves, un grupo de vendedores de drogas realizó disparos al aire con pistolas calibre 9 milímetros en el entierro de su presunto jefe narcomenudista en el cementerio “Mansión de Paz”.
No tardó para que llegaran policías municipales, policías estatales y policías ministeriales, pero ninguno buscó adecuadamente, porque de acuerdo a testimonios fidedignos recabados, entre dos tumbas fueron escondidas tres pistolas tipo escuadra y una pistola más corta que las anteriores, lo cual fue detectado por personas ajenas al grupo de delincuentes que protagonizó los disparos.
Los datos revelan que alrededor de las 15:00 horas de ese día, llegaron al cementerio dos taxis, con gente adentro que se dirigieron a las dos tumbas donde dejaron estas armas, las recogieron y subieron a bordo para escapar del sitio, aprovechando que ya no estaba ningún policía estatal, municipal o ministerial.
La treta de los narcomenudistas fue esconderlas ante la llegada de los elementos policíacos, apenas se dio la alerta de los disparos. Pero ni los mismos agentes efectuaron una revisión realmente adecuada, mucho menos recogieron un solo casquillo de los casi 30 que estaban en el piso esparcidos, ahí se quedaron.
Solamente dos pistolas tipo escuadra fueron aseguradas afuera del panteón en una revisión a un automóvil donde escapaban tres narcomenudistas acompañados de la progenitora de uno de ellos.
Algo que queda claro con el uso indiscriminado de armas de fuego en este sepelio, es que existe una flagrante violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Esta Ley indica en su artículo 11, la serie de armas y municiones de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea. En esa tesitura, queda claro en el inciso (b) que “pistolas calibre 9 mm. Parabellum, Luger y similares, las .38 Super y Comando y las de calibres superiores”, son de esas instituciones armadas y no para civiles.
En el cementerio quedaron esparcidos varios casquillos calibre 9 milímetros de la marca Luger, pero a ninguna autoridad le importó y queda claro que delincuentes locales vinculados a la venta de drogas, poseen armas de uso exclusivo del Ejército, Armada, y Fuerza Aérea, en una isla que cuenta con representación de la Guarnición Militar, Sector Naval, Procuraduría General de la República (PGR), Policía Federal, Policía Estatal, Policía Ministerial y Policía Municipal.