Por Santos Gabriel Us Ake
Mausoleos ostentosos y tumbas sencillas fueron pintados ayer por familiares y trabajadores en el cementerio de la delegación municipal Alfredo V. Bonfil como parte de los preparativos de la celebración del Día de Muertos que se realizará este viernes con bandas de música, alimentos y bebidas.
Los primeros habitantes del Ejido Alfredo V. Bonfil vinieron de Tlahualilo, Durango, por auspicio del entonces presidente de la República, Luis Echeverría Alvarez, para la creación del ejido el 16 de febrero de 1974 (hace 44 años); muchos de los fundadores han fallecido.
Muchos de ellos trajeron también sus costumbres de construir mausoleos en el cementerio ejidal y se pudo observar este jueves algunos que fueron construidos hace varios años y otros en proceso de edificación al estilo de los camposantos del norte del país.
Varios son realmente residencias de los difuntos y en estas fechas se reúnen los familiares y amigos para tocar las canciones que les gustaban en vida, les ofrendan los alimentos que comía, conviven con bebidas, encienden veladoras y velas, colocan flores, entre otras costumbres.
En uno de los mausoleos se encuentran los restos de los primeros pobladores como son doña María Esparza, Darío Rodríguez, Raúl Rangel, Refugio López, Hilario Rodríguez, la familia Berumen Luévanos, José Martínez Rocha, entre otros, pero también existen tumbas pequeñas donde han depositado a los difuntos que eran de menores recursos económicos.
En estas fechas del uno y dos de noviembre se reactiva el empleo en el cementerio ejidal de Alfredo V. Bonfil puesto que numerosos albañiles y pintores son contratados para construir nuevos mausoleos y pintar las criptas, e incluso algunos colocan letreros que anuncian “Se pintan tumbas”.
Según algunos familiares y amigos que realizaban los preparativos para recordar a los difuntos, dijeron que durante la noche del jueves algunos vienen a depositar flores y algunas ofrendas pero es en este viernes dos de noviembre cuando se presentan más personas a acompañar a quienes ya fallecieron.
Se presentan bandas norteñas que ofrecen sus canciones y tríos musicales, y algunos incluso contratan a los músicos exclusivamente para que toquen dentro de los mausoleos, mientras los anfitriones reparten a los invitados las viandas que prepararon para la ocasión, y desde luego no faltan las cervezas y las botellas de licor para amenizar el ambiente, entre tristeza por la falta del familiar que ya murió y a la vez de alegría por la convivencia, tal como ocurre cada año como parte de las tradiciones del Día de Muertos.