Quintana Roo

Paisanos y extranjeros disfrutan de las aguas de Cancún

Por Yolanda Gutiérrez

Bastante buena afluencia de bañistas en los principales balnearios públicos del destino, quienes aprovecharon el excelente clima y las buenas condiciones del mar, prácticamente sin oleaje, para disfrutar de unas horas a la orilla de la playa.

El domingo fue un día perfecto para que los cancunenses se decidieran a visitar alguna de las playas de la zona hotelera, entre las que destacaron: Las Perlas, Langosta, Tortugas, Gaviota Azul y Delfines.

Muchas familias llegaron a primera hora de la mañana para retirarse antes del mediodía, mientras que otras, menos madrugadoras, empezaron a descender de los camiones alrededor de la 1 de la tarde, llevando consigo la mayoría todo lo necesario para pasar un día de playa pleno de sol y arena, aderezado con los platillos que prepararon previamente en sus hogares, adquirieron en los grandes supermercados antes de abordar el camión hasta la zona hotelera o les sirvieron en los restaurantes de la playa.

Tras llevar a cabo un recorrido por los balnearios públicos más conocidos, se pudo constatar la buena presencia de bañistas, hasta el punto que los estacionamientos públicos de Las Perlas, Langosta y Tortugas, se llenaron antes del mediodía, lo que puso en un predicamento a quienes llegaron después de esas horas, viéndose obligados a dar vueltas y más vueltas hasta encontrar un cajón libre o, de plano, buscar otra playa en la que fuera menos dificultoso estacionarse.

Como ya es habitual, los vendedores ambulantes caminaban a lo largo de los arenales y se detenían en todo punto donde veían turistas, a quienes ofrecían sus variadas mercancías, especialmente lentes para el sol, collares y pulseras, sarapes, caracoles y estrellas de mar, entre otros souvenirs. Mientras que los locales eran blanco fácil para los vendedores de kivis, fruta en trozos, saborines y aguas de sabor.

Gaviota Azul, fue la playa en la que se mezclaban turistas con familias de la localidad, aunque la presencia de cancunenses era mucho más notoria; algunos, nada dispuestos a pagar por la renta de una sombrilla, incluso, llevaron consigo parasoles con los que protegerse de los rayos del astro rey.

En Tortugas, las familias departían animadamente, algunas en mesas con sombrilla sobre las que dispusieron los alimentos traídos desde casa o los ceviches que se ofrecen en los restaurantes de aquella playa.

Al encontrarnos a fin de quincena, fueron muchos los usuarios que llevaron consigo bebidas y alimentos de todo tipo, desde los socorridos sándwiches hasta ceviches preparados en casa, spaghetti, arroz, ensalada de papas, pollos asados, costillas, guacamole y otras delicias que las familias compraron en la ciudad, mientras que algunos otros se conformaron con bolsas de botanas acompañadas de las bebidas de su preferencia.