Quintana Roo

Por Miguel Ángel Fernández

CHETUMAL, 3 de noviembre.- El problema de la basura sigue incontenible en la capital del estado. Bolsas de basura se acumulan en las calles, ante un gobierno municipal que no ha podido estabilizar el servicio.

En el basurero, la situación sigue afectando a los ejidatarios de Calderitas, que ven obstruido su camino por toneladas de desperdicios.

Se cumple un mes del nuevo gobierno municipal, en el que se padecen, como nunca se había visto en los últimos años, los estragos por la falta de inversión en la recolección de basura, por parte de la administración 2016-2018.

Los ciudadanos ya no tienen la certeza de cuándo pasarán los camiones por sus desperdicios, siendo que una gran cantidad de bolsas se acumulan en las calles, y en muchos casos la fauna callejera está destruyendo y regando basura en descomposición, lo que representa un problema de salud pública.

La situación también afecta durante las lluvias, pues la mayor cantidad de basura en las calles es un factor para que se obstruyan los drenajes. La situación es apremiante y aunque el gobierno municipal ha solicitado el apoyo del Gobierno de Quintana Roo, la realidad es que no hay indicios de que la situación mejore, pues el propio director de Servicios Públicos, Jaime Valle Villaseñor ha reconocido que sólo hay dos camiones recolectores funcionado y los demás son camiones cañeros que apoyan la contingencia.

Y no sólo en la ciudad se agrava la situación, pues en el basurero este problema tambien apremia.

Los ejidatarios de Calderitas insisten en que los caminos a sus parcelas han sido bloqueados por la basura, que ha sobrepasado la capacidad del gobierno municipal de Othón P. Blanco.

Lo peor de esta problemática son los insoportables olores fétidos, las moscas por millones y los zopilotes que se meten a los predios cercanos, pues la basura ya está en los límites de las parcelas aledañas al tiradero.

Como se recordará, una vez más la basura se desborda sin control en el exterior del tiradero de Chetumal. Toneladas de desperdicios son arrojados en la calle afuera del basurero, porque las lluvias impiden el ingreso de los camiones pesados.

Unidades recolectoras tiran los desperdicios en donde pueden, muestra de la complejidad del problema con la basura en la capital del estado.

La negligencia con la que actuó el gobierno de Luis Torres Llanes, y que concluyó María Luisa Alcérreca, ha dejado en pésimas condiciones el basurero, pues se permitió que se arrojarán desperdicios fuera del tiradero y no se realizó un adecuado manejo de la basura, por lo que no hay condiciones para una correcta distribución de la basura.

Y es que el basurero municipal colapsado, representa un problema ambiental, pero sobre todo es uno de los tantos problemas que tampoco resolvió la administración municipal 2016-2018, que se autonombraba “del cambio”.

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