Por Olivia Vázquez
Si bien hoy las aseguradoras internacionales ya ofrecen seguros relacionados con cosechas y plagas para proteger a productores y los sectores industriales, no se descarta la posibilidad de que ya estén explorando con estudios científicos la factibilidad de asegurar los impactos que pudiera dejar en una región los efectos del sargazo.
Y es que, a decir de agentes de seguros, este es un fenómeno que se está enfrentando de manera regular y que muestra un crecimiento constante impactando las regiones del Caribe donde se tiene una fuerte actividad económica.
Los crecimientos de esta alga que por mucho tiempo permaneció flotando en mar abierto por Brasil, ahora obliga a estudiar su comportamiento y a definir la posibilidad de aseguramiento no sólo por la pérdida patrimonial, sino que sus efectos están más allá, con una contaminación severa y un daño directo a zonas naturales como arrecifes, pesca, etc.
En el caso del Caribe mexicano, Brenda Dinhora Hernández, vocera de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (Amasfac) informó que si bien en Quintana Roo el sector empresarial no ha abordado esta posibilidad e interés de lograr un seguro para protegerse de este fenómeno, ni tampoco las aseguradoras tienen un informe oficial, sin duda es un tema que ya se está analizando porque seguirá creciendo, lo que obliga a formular esquemas de protección y previsión que pudieran disminuir los impactos económicos que este fenómeno está ocasionando en las regiones.
Para generar un seguro, explicó, se requiere de una investigación donde se miden los efectos y los daños probables que pudiera dejar este fenómeno y esto lo hacen constantemente las aseguradoras mediante la investigación, para definir una póliza que permita este aseguramiento.
No importando el esquema o el costo, la especialista aseguró que siempre el costo de una póliza que permita la protección será menor al impacto que se pudiera tener en la realidad frente a estos fenómenos y así se puede ver en seguros más cotidianos como lo sería un seguro de auto, donde se tienen esquemas a la medida que pueden costar cuatro mil pesos al año cuando en un accidente las pérdidas materiales pueden superar más de 200 mil pesos, que serían impagables para una economía familiar.
En el caso de seguros contra huracanes y este tipo de fenómenos naturales que se están dando, es fundamental que se inicie esa concientización y se den los medidores de los impactos que se podrían dar.