Por Ovidio López
ISLA MUJERES, 11 de octubre.- Hace unos días desmantelaron toda la casa de Ramón Bravo Prieto y con eso se echa a la borda el plan de convertirla en museo para exhibir sus documentales sobre la conservación de la fauna y flora submarina, todo esto en medio de la disputa del inmueble. Aunque, Deborah, la hija de Bravo, reiteró el verano pasado su deseo de convertir en museo todo el inmueble, luego de reunirse en Isla Mujeres con amigos de su padre, parece que eso sólo provocó acelerar el desmantelamiento por parte de la empresa que habría adquirido el predio, en una supuesta segunda venta de María Vallejos, viuda de Bravo.
Acudimos este mediodía al lugar de los hechos. La palapa de Bravo, de dos plantas, en la que dormía arriba, y abajo le servía de lugar para escribir sus libros, documentales y demás planes personales, frente a la bahía, simplemente ya no existe. Todo se borró, sólo arenal se pudo ver.
Según testigos, maquinaria mediana habría entrado para tirar todo, entre ello, el otro módulo de madera y piso de concreto que le servía de estancia y comedor, “lugar donde recibía a muchas personalidades de la farándula y del trabajo fílmico de Bravo para hacer planes”.
Como testigos mudos quedaron los dos bancos labrados de piedra, en donde el personaje acostumbraba alimentar animales domésticos. También el pozo de agua dulce se mantuvo. A distancia se pudo ver de pie aún la casa de concreto donde protegía con recelo materiales originales de documentales, por ejemplo, el trabajo de la corrida de langosta en el Parque Nacional de Isla Contoy. De mucho material de alto valor histórico se desconoce el paradero con esta destrucción sistemática.
Nadie puede entrar al lugar, de hecho por la Playa Marbella no dejan tomar fotos sobre la situación de desmantelamiento. Parece que una marina de Cancún, que opera este inmueble, estaría involucrada en ese desmantelamiento, según señalan versiones extraoficiales.
Como se sabe, María Vallejos había vendido, a principio de la década en curso, a una empresaria de Jalisco todo el inmueble, con el acuerdo con de todas las partes, incluso la hija de Ramón Bravo, pero parece que aquel arreglo generó otro acuerdo de venta a otra empresa, y el caso se ventila en un juzgado de Jalisco por incumplimiento en la compraventa, tema que ya dimos a conocer en este espacio.
Recientemente en una carta, la hija de Bravo aceptó que el plan del museo no estaba descartado con el primer acuerdo de comercialización, según le hizo saber en esa misiva al alcalde Juan Carrillo, pero con lo acontecido, todo cambia.
Falsifican documentos
Publicamos el pasado 20 de agosto, la evidencia de que todo iba para desmantelamiento, pero apareció una lona de venta del predio y hubo una rápida reacción de quien la compró por 10 millones de pesos en 2010, Laura Patricia Rodríguez Macías, a través de su abogado, Antonio Dagoberto Kofler Velázquez, que manifestó que esa comercialización está fuera de lugar, es inválida.
El abogado manifestó que tuvo conocimiento de ese hecho, “hay una serie de irregularidades que están aconteciendo, estarían tratando de validar documentos apócrifos, que están prestando funcionarios municipales para mover datos catastrales”, acusó entonces vía telefónica desde Guadalajara.
Prepara, según anunció, su traslado a Isla Mujeres para constatar directamente el caso sobre un predio que “ya es cosa juzgada” con la compraventa, en Jalisco, según la cláusula de compraventa del 2010. Ahora, la señora María de los Angeles Vallejo Bernal, viuda de Bravo, desarrolla un falso litigio en Quintana Roo, con ayuda del abogado de Rafael E. Colonia Lizama, subrayó Kofler.
Sin embargo, se ignora si ya tiene conocimiento del desmantelamiento.