De la Redacción
TULUM, 11 de octubre.- El presunto desinterés de las autoridades competentes para meter orden a la entrada de la zona arqueológica, está provocando problemas económicos a los establecidos, no sólo con el caso de los famosos jaladores turísticos, sino el ambulantaje que va incrementando cada vez más, afectando a los comerciantes que atraviesan una de las peores temporadas.
Pedro Canul, administrador del Centro Artesanal Tulum, explicó que a pesar que a los artesanos no les ha ido nada bien, viéndose afectados en su economía, primero por el tema del sargazo, que se ha ido eliminando bastante de los litorales.
Actualmente contamos con unas playas preciosas, el detalle es que a pesar de esas bellezas, los visitantes no llegan, al ser una temporada muy, pero muy baja, y aunado a ello se tiene el problema persistente de mucho vendedor ambulante, jalador de tours de forma ambulante.
En todas las entradas, que existen en la zona arqueológica, desde la entrada principal a la zona arqueológica, de la parte del faro en donde hay vendedores ambulantes.
Es un tema que se ha salido mucho de control, las autoridades municipales de dicha área no sé de qué manera lo están trabajando, están ventilando la problemática, pero sí estamos siendo afectados, tan solo en el centro artesanal se cuenta con cerca de 71 locales, de estos el 80 por ciento se mantienen laborando, siendo afectados poco más de 120 trabajadores aunado a sus familias, por un lado la temporada y por otro los ambulantes, los vendedores de tours dan mala información en la plaza hacia el área comercial y zona arqueológica.
El abogado recordó que en su momento hubo la intención de que los artesanos se establezcan en el camino de acceso a la zona arqueológica, pero las autoridades procedieron y evitaron que los ambulantes siguieran arribando al sitio, y quedó todo en calma,
Pero ahora de nuevo las autoridades municipales no están procediendo, viendo tristemente como la entrada a la zona arqueológica se está transformando en un mercado ambulante, muy asediado por todos y el detalle es que nadie hace nada.
La entrada es un triángulo en donde ni la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp), ni el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ni el municipio, entran, porque se señalan uno a otro como los responsables, habiendo una controversia en el espacio. En donde hay de todo, desde venta de aguas y renta de bicicletas por mencionar sólo algunas de las actividades.