De la Redacción
CHETUMAL, 23 de octubre.- Rotundo fracaso se llevó la diputada Reyna Durán Ovando en su intentona por derribar a Edgar Gasca Arceo de la coordinación del Morena y de la presidencia del Congreso de Quintana Roo, por lo que no tuvo de otra que amenazar con el amparo y hasta tachó de misóginos a los integrantes de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), quienes actuando en el marco de la legalidad le negaron estas posiciones.
En su desesperación por erigirse como nueva representante del Poder Legislativo de Quintana Roo, la mañana de este día la diputada Reyna Durán quiso tomar por la fuerza las oficinas de la presidencia del Congreso, aunque la seguridad interna del recinto no se lo permitió.
El lunes pasado la legisladora morenista presentó un documento en Oficialía de Partes del Congreso, en donde se notificaba que las diputadas Reyna Durán, María Fernanda Trejo y Paula Pech, así como los diputados Alberto Batún y Luis Fernando Chávez solicitaban el nombramiento de Reyna Durán para que sea coordinadora de su bancada, considerando que ello también la hacía presidenta de la Jugocopo.
Tras esperar durante todo el día para que los integrantes de la junta revisen y den respuesta al documento, se determinó que éste era improcedente y por tanto se le negó a la diputada ser coordinadora de su grupo legislativo y tampoco ser la presidenta del Congreso.
Al enterarse de esta decisión, una furiosa Reyna Durán amenazó con ir ante todas las instancias posibles y agotar todos los recursos legales existentes para tratar de revertirla, dijo que buscará la vía del amparo y que incluso lo llevará hasta la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de su partido.
Claramente decepcionada y sumamente enojada porque su plan para derrocar a Edgar Gasca no funcionó, aun cuando estuvo asesorándose con el equipo del diputado panista Eduardo Martínez Arcila, la legisladora Reyna Durán tachó de misóginos a los integrantes de la Jugocopo, quienes únicamente actuaron en el marco de la legalidad.
Pero eso no le pareció a la morenista, quien no pudo ocultar su descontento argumentando que la junta le impidió asumir el puesto por “cuestiones de género”, porque era mujer y no querían que una mujer dirija el Congreso del Estado.
Tras darse a conocer la decisión de los grupos parlamentarios, Reyna Durán denunció discriminación de género para impedirle estar al frente de la Jugocopo, por lo que amenazó con una lucha legal para hacer valer sus derechos.
Consideró que hubo una violación a la Ley Orgánica del Poder Legislativo, al no permitirle asumir la coordinación de su bancada ni la presidencia del Congreso, a pesar de que contaba con el respaldo de otros cuatro diputados de su partido y también se le reconocía por la dirigente nacional Yeidckol Polevnsky.
Desde un principio se había advertido que Reyna Durán y otros cuatro diputados del Morena estaban actuando en la ilegalidad, porque primero desconocieron un acuerdo que se firmó por todos los integrantes de bancada y se avaló por la misma Yeidckol Polevnsky, contando también con el respaldo de diputados federales y senadores de ese partido, en el que se nombraba a Edgar Gasca Arceo para ser coordinar de la bancada durante el primer año de la XVI Legislatura, el segundo año le tocó a la diputada Euterpe Gutiérrez y el tercero a Reyan Durán.
Pero luego Reyna Durán, María Fernanda Trejo, Paula Pech, Alberto Batún y Luis Fernando Chávez desconocieron este acuerdo y se les ocurrió que ya no querían que Edgar Gasca siguiera representando a su grupo legislativo, pero sin consultarlo con todos los diputados de su bancada y tampoco sin haberles notificado de esta decisión, de manera que el documento carecía de sustento legal, porque la Ley Orgánica del Congreso establece que tiene que haber un acuerdo de la bancada, en ningún lado indica que puede ser por mayoría de sus integrantes.
De igual manera, se consideró improcedente porque en la misma ley no se establece ningún mecanismo o procedimiento concreto para remover al presidente de la junta; existe un procedimiento para nombrarlo, pero no para cambiarlo, sino que únicamente puede hacerse en caso de ausencia temporal o definitiva.
La ley tampoco hace vinculante el cambio de coordinador de una bancada con el cambio de presidente de la junta, entre otros tantos candados e impedimentos legales que desde un principio no daban esperanza a la intentona de estos cinco diputados por tumbar a Edgar Gasca de la presidencia del Congreso.