De la Redacción
CHETUMAL, 11 de noviembre.- En puerta podría estar el regreso de Eduardo Martínez Arcila a la coordinación del grupo legislativo del PAN en el Congreso de Quintana Roo, luego que metió las manos en el proceso de renovación de la dirigencia estatal del blanquiazul, operando a favor de Faustino Uicab a cambio de no perder sus privilegios políticos y poder mantener el cacicazgo que se construyó en ese instituto político.
El pasado domingo se celebraron las elecciones internas del PAN para renovar a su dirigencia estatal en Quintana Roo, de acuerdo con los resultados preliminares el candidato Faustino Uicab obtuvo el triunfo con una ventaja de 122 votos, por lo que vendría a ser el nuevo presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del blanquiazul.
Según el conteo, Faustino Uicab obtuvo un total de 771 votos, mientras que Eduardo Pacho Gallegos logró 649 votos, una raquítica participación de mil 420 militantes panistas.
Aunque las elecciones transcurrieron en aparente calma y sin mayores incidentes, éstas se dieron en medio de graves señalamientos contra el diputado panista Eduardo Martínez Arcila, que fue acusado por la propia militancia de tener metidas las manos en el proceso para imponer a Faustino Uicab, luego de que rompiera su acuerdo con Carlos Pallares para que éste repita como presidente de Acción Nacional en la entidad.
Cabe señalar que Faustino Uicab Alcocer actualmente es regidor con licencia en el municipio de Isla Mujeres, también es conocido por ser pareja sentimental de la exdiputada y senadora panista Mayuli Martínez Simón, quien pertenece al privilegiado grupo político del diputado Eduardo Martínez Arcila, ambos acusados por la compra y coacción del voto, así como por el uso político del poder Legislativo para favorecer a Uicab Alcocer.
Los militantes panistas denunciaron que Martínez Arcila manipuló el padrón de afiliados y, aprovechándose de tener la presidencia de la extinta Gran Comisión en la pasada legislatura, incrustó en la nómina del Congreso a decenas de amigos, allegados y recomendados políticos, quienes acudieron a las urnas con la única instrucción de votar a favor de Faustino Uicab, que finalmente fue apadrinado por la dupla de Eduardo-Mayuli.
Como se sabe, Martínez Arcila mantuvo durante su paso por la Gran Comisión un abultado gasto para supuestas “ayudas sociales”, el cual nunca fue transparentado y sumó más de 100 millones de pesos que hasta la fecha no se sabe a ciencia cierta su paradero, motivo por el cual fue denunciado por peculado o desvío de recursos, además de haber sido acusado en repetidas ocasiones por presuntamente utilizar ese dinero para fines político electorales.
Y aunque ahora no cuenta con el gobierno del Congreso ni la coordinación del PAN su influencia sigue gracias a que incrusctó varios militantes en la nómina del Poder Legislativo y en su dirigencia sindical, así como ahora cuenta con el respaldo de su mancuerna Mayuli Martínez Simón, aprovechando su ventajosa posición como senadora de la República.
El regreso de Martínez Arcila
Con el amañado triunfo de Uicab Alcocer no solamente se mantendrá el cacicazgo panista encabezado por el diputado Eduardo Martínez al interior del partido, sino que también se le abre la oportunidad para regresar a la coordinación de la bancada panista en la XVI Legislatura, luego de que el pasado 28 de octubre fue removido por el anterior dirigente, Juan Carlos Pallares, que nombró en su lugar a la diputada Atenea Gómez Ricalde, luego de que Martínez Arcila ha dañado la imagen del partido y se le consideraba un personaje impresentable ante la opinión pública.
El legislador plurinominal estará pujando y espera contar con el apoyo de Uicab Alcocer para recuperar el espacio que le fue quitado en el Congreso de Quintana Roo; con esto no solamente volvería a imponerse en la coordinación legislativa, sino también podrá continuar con el control de la segunda fuerza política en el estado, lo que le servirá para incrustrar a sus incondicionales en posiciones estratégicas, tanto dentro del PAN como en cargos de elección popular, desplazando a los demás militantes y manteniendo sus privilegios para él y su gente más cercana.
El exdirigente municipal del PAN en Benito Juárez, Eduardo Pacho, ya había denunciado que las malas dirigencias panistas causaron una fuga masiva de militantes y la descomposición social de su partido en Quintana Roo, el cual vive “secuestrado” por un privilegiado grupo de panistas que se resisten a dejar el poder, entre éstos ha señalado de manera directa a Eduardo Martínez Arcila, que se ha impuesto dos veces en una diputación plurinominal local, primero en la XV Legislatura y ahora repitiendo en la actual XVI Legislatura.
La fuga de militantes se reflejó en la raquítica participación blanquiazul de pasado domingo, y el secuestro del partido por un grupo apuntalado desde del Congreso del Estado y ahora hasta el Senado de la República también, con el apretado triunfo