Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 19 de noviembre.- El presidente municipal Otoniel Segovia Martínez ratificó porque es catalogado como uno de los peores alcaldes del país, al aprobarse este día su iniciativa para que todos los hogares del municipio de Othón P. Blanco paguen por la recolección de basura. También se aprobó el cobro de un nuevo derecho por saneamiento ambiental que golpea al sector turístico.
La medida fue severamente criticada por la fracción del PAN en el Cabildo y por los regidores independientes, quienes además esperan que la XVI Legislatura no apruebe esta Ley de Ingresos, la cual trae los dañinos aumentos en contra del sector empresarial y la ciudadanía en general.
Quienes votaron en contra de la iniciativa de decreto fueron la regidora Cinthya Millán Estrella y Manuel Aristeo Martínez, del PAN; Manuel Valencia Cardín, del PES; y los independientes María Hadad Castillo y Julio Velázquez Villegas.
Sin embargo, fueron planchados por los concejales del Morena, PT y PRD, quienes se sumaron a la voracidad del presidente municipal Otoniel Segovia Martínez para aprobar esta cuestionada iniciativa, la cual ha generado el rechazo de la ciudadanía y del sector empresarial, a pesar de que la mayoría de ellos el año pasado votó en sentido contrario y rechazaron una iniciativa semejante.
Quienes votaron a favor fueron el presidente municipal Otoniel Segovia Martínez, los concejales del Morena, José Luis Murrieta, Omar Antonio Rodríguez Martínez, Adrián Sánchez, Gabriela Santiago Hernández, Nancy Petul López, Rufina Cruz Martínez, Wilander Tun, Daniel Jiménez y la síndico Yensunni Martínez, que antes se habían opuesto a las propuestas abusivas del alcalde. A ellos se les sumaron la regidora por el PT Martha Bella Reyes Mejía y el perredista Emanuel Torres Yah.
Impuesto por recolección
es desproporcional
“Este es un impuesto que no atiende a las condiciones económicas del ciudadano, por lo que no es un impuesto proporcional y equitativo, no responde a los principios de proporcionalidad, equidad, racionalidad y capacidad contributiva, sino que pretende cobrar de manera general a cualquier casa habitación 0.36 UMAS, equivalente a 30.41 pesos por casa, es decir, 365 pesos anuales, sea una casa de 5 habitaciones o un techo firme con baño, de ahí la desproporcionalidad del impuesto”, manifestó la regidora Cinthya Millán Estrella.
La concejal expuso a detalle perjuicios de los nuevos derechos que pretenden aplicarse para 2020 en el municipio capitalino.
En el caso del cobro del servicio de recolección, transportación, tratamiento y destino final de los residuos sólidos, hay un incremento generalizado en el tabulador de tarifas por este concepto, que va desde un 20 hasta un 510 %, además de que se establece el cobro a casa habitación a razón de 0.36 UMAS, equivalente a 30.41 pesos al mes, unos 364.99 pesos al año
Derecho de saneamiento
ambiental
“Este es un nuevo impuesto no contemplado en nuestra Ley de Hacienda Municipal, pero que se cobrará por el supuesto de que la actividad turística causa un impacto en nuestro municipio, se cobrará a razón de 0.30 UMAS, equivalente a 25.34 pesos para usuarios de cuartos y/o habitaciones de hoteles, posadas o casas de huéspedes, hostales, moteles, hospedaje temporal y turístico, y renta vacacional y para los usuarios de cruceros, que causaran este derecho al incursionar en el ámbito territorial de este municipio”, explicó la regidora del PAN.
Millán Estrella manifestó que los cobros por este concepto únicamente incluyen el servicio de recolección y transportación de los residuos sólidos, sea casa habitación o giro comercial, pero no incluye el servicio de tratamiento y destino final de los residuos, a los que como autoridad municipal se está obligado.
Además criticó que el incremento en las tarifas del servicio de recolección de los residuos sólidos son desproporcionados y sin justificación alguna, siendo que guarderías, kinders, primarias y secundarias particulares incrementarán su tarifa mensual en un 120 %, de pagar 92 pesos, ahora pagarán 202 pesos mensuales, es decir, de pagar un mil 104 pesos anuales, ahora pagarán 2 mil 424 pesos.
En el caso de los restaurantes incrementará en un 83 %, es decir, de 110 pesos mensuales, ahora pagarán 202 pesos mensuales.
Oficinas de compra y venta de llantas, refaccionarias, tlapalerías y ferreterías, carpinterías, madererías, fábricas de hielo, expendios y fábricas de pan, pastelerías, lavanderías y tintorerías, pizzerías, lavaderos de autos, baños públicos, florerías, entre otros, tienen un incremento de 120 %, es decir, de pagar 92 pesos, ahora pagarán 202 pesos mensuales.
Las taquerías con venta o sin venta de cervezas tienen un incremento de 120 y 129 %, de 92 pesos o 110 pesos que pagaban, ahora pagarán 202 y 253 pesos, respectivamente, pero visto desde una perspectiva anual, es un incremento significativo, porque si pagaban anualmente un mil 328 pesos, ahora pagarán 3 mil 041 pesos.
“Es desproporcionado el incremento en las tarifas, y sin atender al generador y a la cantidad de residuos sólidos que se generan, hay un aumento de un impuesto con base en un análisis de una supuesta tasa media de variación basándose en la recaudación histórica de ejercicios pasados, que de ninguna manera justifica el incremento desproporcionado de algunas de las tarifas mencionadas de un 120 % o de un 246 %, y que atiende únicamente a una necesidad de generar mayor recaudación”, dijo Cinthya Millán.
Este un impuesto que no
atiende a las condiciones
económicas
No responde a los principios de proporcionalidad, equidad, racionalidad y capacidad contributiva, sino que pretende cobrar de manera general a cualquier casa habitación 0.36 UMAS, equivalente a 30.41 pesos por casa, 365 pesos anuales, sea una casa de 5 habitaciones o un techo firme con baño, de ahí la desproporcionalidad del impuesto.
La determinación de cobrar 0.36 UMAS no tiene una justificación basada en el levantamiento de una encuesta, en un análisis de posibilidades económicas, o en un estudio de factibilidad del cobro del servicio, es una simple ocurrencia basada en una necesidad recaudatoria.
No es posible comparar el cobro que se pretende hacer con ciudades como Mérida, porque para llegar a dar el servicio que prestan transitaron por cobros menores al iniciar, pero aquí se pretende cobrar lo de un servicio de calidad sin presentar un programa que permita conocer el destino final de los recursos que pagará el ciudadano y el trato que se les dará a los mismos, porque finalmente todo lo que se recaude por este impuesto es de libre disposición y puede ser recanalizado a otros rubros, no está etiquetado y sí puede ser reutilizado, por lo que se generarán sólo por casa habitación aproximadamente 10 millones de pesos, adicionalmente a los 9 millones de pesos que se generan por giros comerciales, un total de 19 millones de pesos.
No hay certeza a dónde irán los recursos
La regidora María Hadad Castillo recriminó que en la reunión previa a la aprobación el presidente municipal expresó: “Vamos que timbre la caja”, mostrando que se trata sólo de una medida meramente impositiva para recaudar mayores recursos.
Le señaló al alcalde que no ha sabido administrar los recursos y por ello difícilmente podrá hacer una correcta recaudación, al momento de manifestar su rotunda negativa a esta iniciativa de decreto que fue aprobada por mayoría.
Criticó que la propuesta del presidente municipal, es que no presenta al Cabildo un plan, un proyecto o un programa en el que se garantice con certeza a dónde irán a parar esos recursos, mucho menos garantiza un mejor servicio integral del manejo de los residuos sólidos.
“Algo tienen muy claro, quieren cobrar nuevos tributos a como dé lugar, pero no tienen ni idea de cómo lo recaudarán de manera eficiente ni cómo lo van a invertir de manera planificada, ordenada, transparente y con resultados garantizados que se traduzcan en un mejor servicio para todos los habitantes, especialmente en el tratamiento de la basura y el destino final de la misma, que no sea seguir tirándola en el basurero a cielo abierto”.
La indolencia ante la crítica situación económica por la que atraviesa esta ciudad, tanto para habitantes como para comerciantes, se evidencia en el desdén, la mentira y la improvisación, con las salidas fáciles de cobrarle más a la gente, que de por sí siempre paga y ya no puede más, concluyó la regidora.