Por Karina Carrión
COZUMEL, 12 de diciembre.- Multitudinaria presencia de feligreses se registró la noche del miércoles y madrugada del jueves en la plaza de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, donde los cozumeleños se hicieron presentes para celebrar a María la Virgen en su día. Para el mediodía, algunos hogares han lucido concurridos para el rezo a la “Morenita”.
Concluyen los festejos a la Virgen de Guadalupe con las tradicionales mañanitas, así como con novenas, procesiones y ceremonias eucarísticas en Cozumel; por ello, cientos de feligreses se dieron cita desde la noche del pasado miércoles, así como toda la mañana del jueves a la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe donde escucharon la homilía en el 488 aniversario de su aparición en el cerro del Tepeyac, sumándose a los festejos los locatarios del mercado municipal “Benito Juárez García”, donde se ofició una ceremonia eucarística en la cual se les exhortó para que mantengan la oración y el respeto a María, la Virgen.
Con total devoción, integrantes de familias de diversas edades, celebraron desde la noche del miércoles a “Lupita”, a quien después de honrar con el cumplimiento de la promesa del recorrido a pie sobre la costera oriental de la isla, los feligreses continuaron festejando a la emperatriz de México a quien le colmaron de presentes que iban desde serenatas hasta arreglos florales, veladoras y acompañamiento nocturno en la parroquia.
Es así como este jueves llegaron a su fin los festejos en honor a la virgen Morena, concluyendo estas con las misas oficiadas por el párroco Juan José Soto Castro, quien dijo a los presentes que “nuestra señora de Guadalupe no solamente es la patrona de México sino emperatriz de América. No hay mayor protección que la que nos da la santísima Virgen de Guadalupe”.
Asimismo la tarde del mismo jueves, decenas de familias, enfermos y clientes del mercado municipal, se dieron cita en el área que se adecuó para la conmemoración eucarística que ofició el sacerdote Jorge Carrillo, quien recordó sobre la importancia de mantener la oración en las familias y de no alejarse de la casa de Dios.
Posteriormente y como cada año, la Unión de Abastecedores de Productos Cárnicos de la isla, agasajaron a todos los presentes con una taquiza y refrescos, demostrando así su promesa a la Virgen de Guadalupe como agradecimiento por las buenas ventas registradas durante todo el año.