De la Redacción
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 17 de diciembre.- La misma burra pero revolcada, dan su manita de gato al Parque Glendale, aplicando pintura y logotipos del Ayuntamiento y colocando leyendas para mantener el parque en buenas condiciones, pero sólo es eso, un “por mientras”, ya que las estructuras metálicas que fungen como porterías y tableros de basquetbol continúan con las bases oxidadas, las que de un momento a otro pueden colapsar, no existen botes de basura y pese a los esfuerzos de los empleados de servicios públicos para mantener el parque en buenas condiciones, no es apto para su uso.
Buenas fueron las intenciones del Ayuntamiento en mejorar las instalaciones del Parque Glendale, pintando las bardas de las gradas, paredes de las canchas y cubriendo de pintura las estructuras metálicas de porterías y tableros de básquetbol, al cubrir con color gris y café, con sus respectivos logotipos de la administración actual, aunque se tenga el mismo problema de óxido en las bases de las estructuras metálicas a punto de desprenderse.
Hace tres meses, en el mes de septiembre el reportero de POR ESTO! acudió a la avenida 30 con calles 110 y 112 de la colonia Luis Donaldo Colosio a verificar el reporte de vecinos que señalaron la falta de mantenimiento en el área deportiva, en la que los cambios son notables en cuestión de imagen y pintura, pero como en todo, sin las bases no se puede mantener en pie una construcción.
Y es lo que sucede con las porterías o tableros de basquetbol que por cierto no cuentan con aros para encestar, los cuales han sido corroídos por el óxido debido a la lluvia, agua, aire, sol e intemperie que pone en peligro a los niños, jóvenes y adultos que llegan a disfrutar de las instalaciones, pues en algún momento la estructura puede caer y lesionar a los presentes.
Esto no es lo único, pues pese a que hay anuncios de tirar la basura en el bote correspondiente, no existe un recipiente en donde vaciar los desechos, eso sí, las bases metálicas del cartel donde señala la existencia del bote, están pintadas con un lindo color café. El suelo donde se encuentran marcados los límites de la cancha de futbol, basquetbol y voleibol está desgastado y sin novedad, mientras que la pequeña pista para correr se encuentra con basura, botellas de plástico, envolturas de frituras, galletas y otros.
Mientras tanto, el tiempo pasa y otro año se acaba, donde los habitantes continúan con la esperanza de contar con un domo en estas instalaciones que les permita acudir en los días de lluvia a convivir, salir en las noches para contar con iluminación necesaria y encontrarse en instalaciones seguras donde los niños, jóvenes y adultos tengan un sitio en donde realizar actividades deportivas y recreativas, sin que las autoridades quieran darles pan con lo mismo.