Por Luis Enrique Tuz
CHETUMAL, 22 de diciembre.- De los cinco mataderos de pollos clandestinos visitados por el personal de la Dirección Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios y del Sistema Federal Sanitario se clausuraron dos por no cumplir con las normas de higiene.
Uno de los mataderos clandestinos de pollos clausurados se ubica en la calle Venado entre Javier Rojo Gómez y Paloma, en la colonia Nuevo Progreso de Chetumal, propiedad de Álvaro García, “El Suncho”, por no cumplir con las normas mínimas de higiene en el sacrificio de aves.
Asimismo, clausuraron el matadero clandestino de pollos propiedad de Artemio de la Cruz, mejor conocido como “El Tabasqueño”, el cual se encuentra en la colonia Nuevo Progreso.
Además ha visitado el matadero de pollos propiedad de Jorge Romero Sierra; sin embargo, no se logró clausurar debido a que está cumpliendo con las notificaciones de mejorar las condiciones del predio que utiliza para el sacrificio de aves.
De acuerdo con los datos recabados, el personal de la Dirección Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios y del Sistema Federal Sanitario también visitó el matadero de pollos propiedad de Manuel Quijano Quijano, el cual no se clausuró porque no le encontraron irregularidades.
En los predios clausurados se pegó en la puerta la calcomanía que indica de la suspensión de trabajos y servicios de los establecimientos, con fundamento en los artículos 393, 395, 397, 402, 403, 404 fracción VII , 411, 412 y 424 de la Ley de Salud, por violar las disposiciones sanitarias.
Sin embargo, la clausura de dos mataderos de pollos clandestinos no ha propiciado una disminución del producto en los mercados locales, pero sí ha repercutido en la competencia, puesto que el precio se mantiene en los 32 pesos con 90 centavos.
De acuerdo con los expendedores, el precio se podría mantener hasta la Navidad, fecha en la que el producto tiene una gran demanda entre los consumidores, porque los que no tienen dinero para comprar pavos mejor compran pollo para sus festejos.
Esto se debe a que se tiene una rivalidad comercial entre los expendedores de pollos, porque todos quieren ser el número uno, aparte están desesperados por las bajas ventas, ya que cada día la situación económica de los clientes es difícil.
Finalmente, los expendedores exhortaron a los consumidores para que a la hora de comprar chequen la báscula, sobre todo que el producto que van a comprar sea fresco y no caigan en prácticas fraudulentas y luego tengan un consumo de baja calidad, ya que hay quienes venden producto congelado de meses como pollo fresco.