De la Redacción
CHETUMAL, 27 de diciembre.- En lo que va del presente año, las ejecuciones, asaltos en carretera y las extorsiones telefónicas incrementaron considerablemente en el sur del estado, gracias a la impunidad que les ha garantizado que la Fiscalía General del Estado (FGE) ha mostrado incapacidad para resolver los hechos delictivos de alto impacto, pues hasta la fecha no ha esclarecido uno solo ni ha generado una sola detención.
En tanto la Secretaría de Seguridad Pública que encabeza Alberto Capella Ibarra, ha mostrado falta de aptitud para prevenir los hechos delictivos de alto impacto, al tiempo que el jefe policial se encuentra recibiendo premios vanos, mientras el estado se hunde en una ola de violencia e inseguridad.
Actualmente, la violencia trae en jaque a la Fiscalía General del Estado, encabezada por Óscar Montes de Oca, y a la Secretaría de Seguridad Pública, la primera porque no ha resuelto ningún caso de alto impacto y la segunda porque no ha demostrado la efectividad de la estrategia del Mando Único, lo cual ha redundado en que el 2019 sea el año más violento para el sur del estado, por la impunidad con la cual actúa el crimen organizado.
Como ya se documentó, el 2019 presenta hasta el momento un saldo de 53 ejecutados en el sur del estado, más del doble de los ocurridos en el 2018, y el mayor número del que se tenga registro, con 28 ejecuciones en el municipio de Othón P. Blanco y 25 en el municipio de Bacalar.
El último caso fue precisamente la doble ejecución ocurrida en la madrugada del domingo 22 de diciembre en la cafetería el Retorno del Trailero, en la localidad de Xul-Ha, ubicada a 25 kilómetros de Chetumal, donde dos sujetos fueron ultimados por un sicario, caso del cual circula inclusive ya un video donde se nota la total libertad con el que se conduce el criminal, el cual parece sentirse impune por gozar de protección policial.
Así han ocurrido casos de ejecuciones múltiples, como la ocurrida en las cercanías de la comunidad de Limones, municipio de Bacalar, donde ocho sujetos fueron acribillados.
Fue 31 del mes de julio, cuando sicarios al servicio del crimen organizado ejecutaron a ocho personas en la carretera federal 307, entre las comunidades Limones y Felipe Carrillo Puerto, en dirección sur a norte y dos más resultaron lesionados.
Los pistoleros descargaron sus armas largas tras emparejar sus dos vehículos a la camioneta de la familia, para posteriormente descender y rematar a los que estaban heridos y aún se movían.
Los occisos fueron identificados con los nombres de Ricardo S. B., conductor de la camioneta Dakota y dueño de la misma; Pablo S. B., David S. S., Marcos S. S., Félix S. B., Maximino M. L., de 26 años; Salomón M. y José M. L.
Mientras que los heridos responden a los nombres de Juan S. H., de 73 años, y el adolescente M. M. A., de 17 años.
Otro de las ejecuciones que “duerme” en el archivo de la Fiscalía General de Justicia del Estado está la del día 18 de julio, cuando dos pescadores, uno de ellos expolicía municipal, fueron ejecutados en el interior de una camioneta Ram color rojo, en la Avenida 19 de la ciudad de Bacalar, por parte de tres sicarios.
El papá de uno de los occisos resultó lesionado y tuvo que ser trasladado al Hospital General de esta ciudad capital para su atención médica.
Los hechos ocurrieron hoy alrededor de las 00:48 horas, enfrente de un domicilio ubicado en la Avenida 19 entre las calles 10 y 12 de la ciudad de Bacalar.
A esa hora llegó a esa dirección el pescador Jesús P. M. a bordo de una camioneta Ram color rojo en compañía de otro hombre, quien responde al nombre de Jairo C. L., expolicía municipal de Bacalar, a visitar a su papá, Artemio P. V..
Y justo cuando Jesús P. platicaba con su padre afuera de la vivienda, llegó a ese lugar una camioneta tipo Pick Up color blanco, de la cual descendieron tres sicarios encapuchados, quienes dispararon contra los pescadores que se encontraban en el interior la camioneta Ram.
Una de las balas alcanzó a lesionar a Artemio P. V., de 66 años de edad, quien al ver lo que estaba ocurriendo corrió a esconderse en su domicilio.
Mientras que su hijo Jesús P. aceleró su camioneta para huir, pero apenas avanzó como 100 metros cuando detuvo su vehículo entre la maleza, ya que falleció a consecuencia de las lesiones que sufrió. Lo mismo ocurrió con el expolicía municipal de Bacalar que iba de copiloto.
Otra demostración de impunidad es la doble ejecución ocurrida el 12 de junio por la noche, cuando David A., alias “El Zurdito”, de 21 de años, y Marvin C., alias “El Menona”, de 20 años, fueron ejecutados en la intersección de la calle Chablé con avenida Corozal de la colonia Proterritorio de esta ciudad; los jóvenes se encontraban en las afueras del predio donde habitaba uno de ellos, cuando un vehículo pasó a toda velocidad accionando un arma larga de alto calibre.
Otra doble ejecución fue el día 19 octubre, cuando dos personas fueron acribilladas a balazos en el kilómetro 25 de la carretera Cafetal-Majahual. Los dos cuerpos sin vida fueron encontrados en el interior de un automóvil Nissan tipo Tsuru color blanco, mismo que se salió de la carretera y terminó dentro de la maleza, a poco más de 5 metros de la cinta asfáltica.
Los sicarios se emparejaron en un segundo vehículo, desde el que accionaron sus armas de fuego contra el auto marca Nissan, en el que viajaban los dos ahora occisos. Uno de los ejecutados era de Majahual y el otro del poblado de Limones.
Y el más reciente, es la doble ejecución ocurrida el pasado 22 de diciembre del presente año en una cafetería ubicada en la comunidad de Xul-Ha, de cual circula en redes sociales video en donde se aprecia como el asesino entra al local con toda seguridad y confianza, lo que deja entrever que al parecer goza de una protección policial.
En fin estas son algunas de las 53 ejecuciones ocurridas de enero a diciembre del presente año y la Fiscalía General de Justicia del Estado no ha resuelto ninguna mostrando de esta forma su ineptitud para resolver estos casos de alto impacto.
La Fiscalía General de Justicia del Estado no solamente ha mostrado ineficiencia para resolver los casos ya mencionados, sino también de enero a diciembre del presente año se han registrado por lo menos siete asaltos en carretera y ninguno ha sido resuelto por dicha dependencia que preside Oscar Montes de Oca.
Entre los asaltos que no ha resuelto el fiscal está el ocurrido el 16 del mes de julio, en la carretera Chetumal- Felipe Carrillo Puerto, en donde tres personas fueron sorprendidas en las inmediaciones de Bacalar por sujetos que se hicieron pasar como policías federales.
Asimismo, el pasado 13 de Septiembre, un comando armado asaltó un camión de turismo en el que se transportaba gente de la Zona Libre de Belice hacia la ciudad de Mérida, Yucatán.
También la ciudadanía está indefensa ante las extorsiones telefónicas, los delincuentes desde alguna cárcel del país constantemente realizan extorsiones telefónicas a ciudadanos de esta ciudad sin que hasta la fecha la Fiscalía General de Justicia del Estado haya resuelto algún caso a pesar de que los agraviados han facilitado a la dependencia los números telefónicos que usan los delincuentes.
Y la Secretaría de Seguridad Pública que encabeza Alberto Capella Ibarra hasta la fecha no mostrado interés para prevenir esos hechos delictivos de alto impacto ya mencionados, ya que sólo se encuentra recibiendo premios vanos, mientras el estado se hunde en una ola de violencia e inseguridad.