De la Redacción
Al igual que Cancún el corredor turístico que abarca la zona norte de Quintana Roo con los municipios de Puerto Morelos, Solidaridad y Tulum ha colapsado en materia económica debido al cierre de negocios, producto de las extorsiones y cobros de derecho de piso por parte de la delincuencia organizada.
En esta zona se vive, de manera literal, impunidad, complicidad y miedo. Los altos índices de violencia han provocado en sitios que eran prósperos como la Quinta avenida de Playa del Carmen, el cierre de negocios se registre de manera abrupta.
La misma historia se repite en Tulum, donde el sector empresarial no sólo enfrenta el cierre de negocios sino también la ola de extorsiones vía telefónica que amenaza por completo la tranquilidad de uno de los lugares más emblemáticos en la entidad.
De hecho, dentro de los organismos empresariales del norte del estado, se maneja ya el efecto de “zonas calientes”, en referencia a los puntos donde los negocios de los destinos vacacionales son extorsionados o amenazados mediante el cobro de derecho de piso.
Estas “zonas calientes” se encuentran en los sitios de mayor importancia para Quintana Roo, debido a que presentan afluencia turística, población en movimiento y, por ende, generación de recursos.
“La situación es muy preocupante y alarmante porque si ahorita el problema está concentrado en un punto, si no se atiende a tiempo, el cáncer se puede extender a otros puntos de la ciudades donde se tiene la presencia de la delincuencia organizada. Prácticamente ya son todos los sectores productivos los amenazados”, reveló un líder de organismo empresarial a los diarios POR ESTO!
Las “zonas calientes”
En el Playa del Carmen, cabecera del municipio de Solidaridad, ya han cerrado una decena de locales, cuyos dueños no pudieron o no quisieron pagar el “derecho de piso” en la Quinta avenida. En tanto, en Cancún el problema se ubica en el centro de la ciudad y la zona turística.
Además, las llamadas de extorsión en el municipio cada vez van en aumento; los afectados señalan que los delincuentes les exigen altas sumas de dinero a cambio de la libertad de sus familiares.
A través de las redes sociales, los mismos ciudadanos se alertan para prevenir estos casos; las autoridades ministeriales son las que exhortan a la población a mantenerse informados y prevenir este tipo de delitos.
Los delincuentes exigen cantidades de dinero que van entre los 5 mil hasta los 50 mil pesos.
Cabe señalar que la Quinta avenida de Playa del Carmen, un sitio único en el Caribe mexicano, es un imán para los turistas y para las inversiones; sin embargo, eso mismo también atrae de manera directa a los grupos criminales.
Lo anterior se debe a que la generación de recursos ha originado que estos grupos se disputen esta zona y se dé la imposición de la ley del delito por encima de la legalidad y el Estado de Derecho.
En el caso de Tulum, la situación es similar. Ante las amenazas de extorsión al exigir el cobro por “derecho de piso”, por parte de grupo delictivo en el noveno municipio, optan por cerrar sus negocios comerciantes, viéndose afectados económicamente, pero igual evitándose de esa manera trabajar para el crimen organizado, incluso ser embestidos fatalmente.
Son los empresarios los que piden denunciar los actos delictivos como los casos de intento de extorsión que se continúan dando en la cabecera municipal de Tulum, por ende, siguen bajando sus cortinas los comercios.
“No se puede trabajar atemorizado esperando en qué momento arriba este grupo criminal y actúe en tu contra, al grado incluso de perder la vida, por ende, es preferible cerrar las puertas de los negocios y estar tranquilos aunque afecte la economía, indican empresarios, que viven con el temor que el grupo delictivo lleve a cabo acciones como en Playa del Carmen y Cancún”, sostienen los empresarios.
Incluso, el incremento de estos delitos ha transformado por completo a Tulum de un lugar turístico tranquilo, a un sitio perturbado por grupos delictivos que cobran el llamado “derecho de piso”.
No sólo comercios del centro de la ciudad han bajado sus cortinas, sino igual comercios establecidos en las colonias populares, donde piensan que no puede llegar hasta esos lugares el crimen organizado, pero a modo de evitar actos sangrientos.
A decir de los mismos empresarios, son varios locales que se mantienen cerrados actualmente, ante la amenaza del grupo criminal, donde igual señalan, las autoridades policíacas tienen que actuar con cautela, la sociedad no puede vivir atemorizada.