El de las “casas huevito”, las que continúan levantando en Cancún por cientos pese a ser nefastas
* Reconocida la inconveniencia de semejantes viviendas diminutas de presunto “interés social” * Y pese a que el presidente aseguró que acabaría con los “huevitos de 30 metros”, contrarios a la dignidad * Aquí en Cancún es fácil constatar que son varios los fraccionamientos de ‘casitas’ en proceso * Apúranse los constructores amparados en viejas licencias
Por Salvador Canto
A pesar del anuncio del gobierno de la República de que ya no se construirán más “casas huevito” que son contrarios a los derechos y a la dignidad de las familias, en Cancún continúa la edificación de esas pequeñas viviendas de “interés social”, bajo el argumento de que son proyectos que ya estaban planificados e incluso autorizados desde años atrás.
En ese sentido, a marchas forzadas y antes de que pudieran tener alguna complicación, diversas desarrolladoras de viviendas mantienen la construcción de nuevos fraccionamientos con casas pequeñas que se supone ya no deben de haber.
La semana pasada durante la presentación del Programa de Reestructura de Créditos del Infonavit, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, aseguró que en su gobierno habrá cambios en el tema de vivienda y en tal sentido sentenció que pugnará por impulsar el desarrollo de vivienda de calidad, por lo que se acabaron las “casas huevito”.
“Se acaba el negocio de la construcción masiva de departamentos entregados a empresas inmobiliarias vinculadas con políticos. Ya no se van a seguir construyendo ‘huevitos’ de 30 metros, que son contrarios a los derechos y a la dignidad de las familias”, afirmó.
Sin embargo, en Quintana Roo, particularmente en Cancún, prosigue la construcción de este tipo de viviendas de “interés social”, establecidos mediante la dinámica de dúplex, que en lugar de garantizar una mejor calidad de vida para la familias, las sentencia a tener más problemas, entre ellos la inseguridad.
Prueba de ello fue lo que ocurre con el fraccionamiento Villas Otoch Paraíso, donde este tipo de viviendas generó un tremendo caos para las familias y al poco tiempo se desbordó en violencia, porque muchas veces carecen de espacios suficientes y los habitantes prácticamente viven encima de los otros.
Al efectuar un recorrido por distintos puntos de la ciudad, se pudo apreciar que son múltiples las desarrolladoras que siguen construyendo viviendas pequeñas, a pesar de que para este año, la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) reconoció que el costo de este tipo de casas de interés social está por encima de los 300 mil pesos.