Por Luis Enrique Cauich
KANTUNILKIN, LAZARO CARDENAS, 13 de marzo.- Un grupo de poco más de cien habitantes realizó una protesta y clausura simbólica de las oficinas de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Lázaro Cárdenas, por los cobros excesivos que realiza la dependencia y los constantes abusos al subirle mensualmente las tarifas de consumo, asegurando que no pagarán sus recibos, hasta que no obtengan una respuesta positiva del gobernador del estado.
Las protestas iniciaron desde el lunes pasado, cuando se convocó a una marcha que al final no se realizó, continuaron el martes por la tarde, cuando se realizó una segunda convocatoria y asistieron alrededor de 150 personas que marcharon cerca de las 6 de la tarde desde el domo central hasta las oficinas de CAPA, donde protestaron enérgicamente.
La tercera convocatoria se realizó para ayer miércoles, a las 8:30 de la mañana en el domo central, donde acudieron alrededor de 100 personas que protestaban por los cobros excesivos de la CAPA, con sus altas tarifas y sobre todo porque no respeta el convenio con los ejidatarios con quienes había pactado una tarifa única.
Al domo deportivo se apersonó el gerente de CAPA, Silverio Mariano Canul, quien hizo el intento de explicar los incrementos realizados, y las posibles causas del porqué algunos recibos llegan con altos cobros, pero fue abucheado por los presentes que exigían una respuesta del gobernador.
Exigían tarifas bajas como las de Yucatán y que quitaran sus medidores, asegurando que estos sólo servían para cometer los robos, puesto que al abrir la llave por las mañanas sólo salía aire y las agujas del medidor giraban.
Aseguraron que existían malos tratos por parte del personal de CAPA, desde los fontaneros, hasta las secretarias que realizan los cobros y que, aseguran, los tratan de forma prepotente.
Los ánimos se calentaron y los habitantes marcharon del domo principal, tomando la calle 5 de Febrero, la avenida principal Javier Rojo Gómez y la calle Lázaro Cárdenas, hasta llegar a las oficinas de CAPA, donde clausuraron simbólicamente las oficinas y entregaron un pliego petitorio al gerente, Silverio Mariano Canul, pidiendo una respuesta lo antes posible.
El documento fue entregado por José Luis Rejón, entre otros que encabezaban este movimiento al que asistieron poco más de 100 personas, que exigieron una respuesta inmediata del gobernador, mientras tanto, aseguraron que no realizarán el pago del consumo de este vital líquido.
Ya en las oficinas, a pesar del intento del gerente por dar las explicaciones, además de asegurarles que el pliego petitorio se entregaría hoy mismo a Chetumal, pero dependería del área jurídica de la dependencia estatal el tiempo en dar respuesta, los ánimos de quienes encabezaban el movimiento se salieron de control.
En el pliego petitorio se solicita al gobierno del estado retirar los medidores de agua que regulan el servicio a los habitantes, y una cuota de 50 pesos para los habitantes, ya que por ser de escasos recursos no pueden cubrir los montos excesivos que está aplicando la dependencia.