Por Gerardo Reynoso
La Subsecretaría de Planeación y Política Turística de la Secretaría de Turismo (Sectur) realiza el “Mapeo de Accesos Públicos a Playas”, para conocer la situación de cada una y garantizar que sean públicas en todo el territorio nacional.
Al respecto, organizaciones ciudadanas, académicos y ambientalistas señalan que a nivel nacional y en Quintana Roo, existe “un problema grave”, por la falta de accesos públicos a las playas y esperan un reordenamiento con la encuesta que realiza Sectur en el país.
De manera preliminar y hasta el 26 de febrero, han sido recibidas 89 reportes y en un 50 por ciento coinciden en la necesidad de solicitar accesos públicos a los arenales; 39.8 por ciento, no emitieron comentario; que se aplique una cuota de acceso 4.5 por ciento; un 3.4 por ciento hizo planteamientos no relacionados con la temática y un 2.3 por ciento emitió respuestas en torno a la necesidad de cuidar al medio ambiente.
El 49 por ciento de las personas que han participado en esta encuesta nacional son personas de 31 a 49 años de edad; el 26 por ciento son de 25 a 30 años; un 17 por ciento son mayores de 50 años y con un 8 por ciento, personas de 18 a 24 años. En el caso de Cancún, el estudio de manera preliminar sostiene que hay accesos de playas que no tienen estacionamiento y servicios, ya que sólo tienen un pasillo de cuatro metros como acceso.
Erosión, el otro problema
Además, uno de los problemas que presentan las playas de Quintana Roo, es la erosión. De acuerdo con el estudio “Causas y efectos de un destino no sustentable: Caso playas públicas de Cancún, Quintana Roo”, elaborado por Christine McCoy, investigadora de la Universidad del Caribe, la situación es de riesgo y muy delicada.
El trabajo académico señala que las escolleras instaladas por resorts en la zona de Punta Cancún ocasionaron alteraciones en las corrientes, acrecentando la erosión en playas públicas, como Gaviota Azul, cuya erosión ha sido tal, que el mar golpea en partes del muro del hotel RIU Palace.
Si bien, la erosión de los arenales es parte del ciclo natural, fenómenos meteorológicos como los huracanes han agravado el problema, por poner un ejemplo, en 2005, el impacto de “Wilma” -ciclón categoría 5 en la escala Saffir-Simpson- ocasionó la pérdida de varios metros de playa, daño que fue valuado en 250 millones de dólares.
Ante este panorama, se realizó un rescate que inició el primero de noviembre de 2009 y concluyó el 9 de febrero de 2010, periodo durante el cual, se dragaron 5.2 millones de metros cúbicos de arena, rescatando entre 30 y 40 metros de playa; operación que tuvo un costo aproximado de mil millones de pesos.
Sin embargo, con el paso de los meses, la arena y el dinero invertido se fueron nuevamente con el vaivén de las olas, reduciendo las playas al mínimo y dejando escalones de más de medio metro en algunas zonas.
En la actualidad, la frágil condición de las playas ocasionó que en tan sólo unos días, el mal clima ocasionó la pérdida de tres metros de arena en ciertas zonas de Cancún y Puerto Morelos.
Debido a que el Caribe mexicano se encuentra en un área de huracanes, la amenaza constante del impacto de un nuevo ciclón ha provocado que el sector privado recurra a empresas extranjeras con el propósito de crear un seguro que proteja -monetariamente- el tan valioso recurso.