Por Lusio Kauil
JOSE MARIA MORELOS, 25 de marzo.- La colonia Dolores es el único lugar de la ciudad donde existen vestigios que indican que antes de que se asentaran las primeras familias en ese lugar, en la década de los cuarenta, estuvo habitado.
En dicho sitio existe una noria, ubicada hoy dentro del parque de La Madre, y también un muro que bien pudo haber sido parte de la barda perimetral de una hacienda.
También hay indicios de que en ese lugar pudo haber existido un cementerio, pues en algunas excavaciones realizadas para construir viviendas, han sacado muchas osamentas humanas.
El cronista de la ciudad, profesor Arsenio Náhuat Morales, dijo que las primeras personas que llegaron aquí, provenientes de Yucatán, no precisamente se asentaron en lo que ahora es el centro de esta ciudad.
Esa gente, agregó, se mantuvo en La Dolores, porque ahí encontraron un lugar para subsistir un tiempo, mientras buscaban un sitio adecuado para fundar un nuevo centro de población.
Comentó que esas personas, como don Marcelino Várguez, llegaron en busca de una mejora de su vida, cosa que, en sus comunidades de origen en el estado de Yucatán, no había.
La colonia Dolores es uno de los espacios urbanos que son poco conocidos por la gente que visita la ciudad, porque no se ha explotado con fines turísticos.
El cronista de la fundación del Kilómetro Cincuenta, Wilbert Pérez Angulo, ha sugerido, en varias ocasiones, que se le dé el valor histórico a ese lugar, dado que es el único espacio donde existen vestigios por haber sido habitado en una época remota.
En ese lugar, según el cronista de la fundación, pasaba un camino real que probablemente conectaba la población de Peto, Yucatán con Kancabchén, ubicada en esta municipalidad.