Por Yolanda Gutiérrez
ISLA MUJERES, 16 de abril.- Empieza a notarse el periodo vacacional en Isla Mujeres con gran movimiento de turistas que ingresan en el destino en los barcos de ruta, transbordadores de carga y embarcaciones tipo catamarán que zarpan de la Zona Hotelera de Cancún con servicio de recorrido turístico.
Desde las primeras horas de la mañana, los barcos de ruta llegaron con altos aforos y eran muchos los turistas, nacionales y extranjeros, que desembarcaban llevando maletas y mochilas, con intención de pernoctar en el destino.
A su arribo a la terminal, los visitantes se encaminaban a la zona comercial, a rentar un carro de golf o directamente a las playas, en tanto que otros se detenían a escuchar a los comisionistas que intentaban vender un tour de snorkel, aprovechando que el puerto estaba abierto, aunque no faltó, quien se dejó convencer para recorrer en taxi los lugares de interés de la ínsula.
La demanda de carritos de golf, fue tan buena que en algunas arrendadoras no quedaba una sola unidad disponible antes del mediodía, para decepción de los visitantes de pasadía que, con tan sólo unas horas disponibles en el destino, veían cómo sus posibilidades de conocer Isla Mujeres a lo largo y a lo ancho se disipaban… aunque algunos tuvieron suerte y encontraron carro en otros negocios del giro con ubicaciones menos estratégicas.
Y aunque a primeras horas no se observó una importante presencia de bañistas en las principales playas del destino, pasado el mediodía, la afluencia comenzó a ser mayor; turistas, en su mayoría nacionales, que viajaron en el transbordador, caminaban a lo largo del malecón hasta llegar a los arenales de Playa Centro en busca del mejor lugar para acomodarse, en tanto que otros optaron por rentar una sombrilla con camastros o mesa en la playa.
Las agradables condiciones climatológicas y el puerto abierto a todo tipo de navegación propiciaron una gran demanda en los servicios náuticos, especialmente las embarcaciones de las cooperativas que ofrecen recorridos a las áreas arrecífales de El Farito y la Cuevita.
En la zona comercial, los paseantes caminaban por las calles e ingresaban en algunas tiendas de artesanías para curiosear en su interior, a la par que trabajadores de estos negocios invitaban a los turistas que deambulaban volteando a uno y otro lado a pasar y ver sin compromiso alguno.
Tampoco pueden quejarse los propietarios de los restaurantes de la localidad, que especialmente a la hora de la cena, quedan con pocas mesas vacías, tal y como señaló el propietario de conocido establecimiento del ramo.
Prestadores de servicios turísticos de diferentes giros coincidieron en señalar que es durante la Semana Mayor cuando los visitantes dejan una mayor derrama económica que alcanza para todos, aunque no siempre de forma pareja.
En este sentido, comerciantes en artesanías señalaron que, pese a que sus ventas incrementan durante las vacaciones, por lo general los ingresos no coinciden con las expectativas, aunque ya están hechos a la idea de que el visitante nacional no suele ser un gran comprador, a lo que se suman otros factores, como la competencia, que es mayor cada día que pasa y los grupos de turistas que son inducidos a visitar determinados establecimientos con los que algunas navieras tienen convenios.