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Quintana Roo

Agua turbia en alberca de la Bicentenario

Por José Ramos

CHETUMAL, 27 de mayo.- Por enésima vez durante la administración de Antonio López Pinzón, el agua de la alberca de la Unidad Deportiva Bicentenario quedó cubierta por un verde turbio, lo que demuestra la falta de mantenimiento y el descuido que prevalece en la infraestructura deportiva por parte del presidente de la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo (Cojudeq).

El pasado lunes el agua de la alberca de la Unidad Deportiva Bicentenario se podía apreciar con tonalidades verdes, lo que causó preocupación de padres de alumnos en la disciplina de natación.

Los papás manifestaron su ansiedad sobre el estado del agua de la alberca de la unidad deportiva, la cual tiende a quedar de color verde cuando no se le da el mantenimiento adecuado, lo que puede generar problemas de salud para quienes ingresan al agua.

Cabe señalar que una de las causas más comunes por las cuales el agua de las albercas queda de color verde es por la formación de algas.

Los niveles altos de nutrientes que las algas necesitan para crecer en nuestras piscinas son productos para el cabello y cuidado de la piel, protectores solares y cosméticos, los cuales dispersan en el agua de la piscina cuando se introducen en ella.

Cuando las poblaciones de algas están formándose en una piscina, el primer síntoma es un recubrimiento verdoso sobre lo que era, previamente, agua de color azul. Si no es tratada, el agua se vuelve más verde y más turbia muy rápidamente, a medida que la población de algas crece.

El reverdecimiento de las aguas en la alberca de la Unidad Deportiva Bicentenario es especialmente por la falta de mantenimiento y cloración, la cual en albercas o piscinas públicas aumenta en un 99 por ciento la posibilidad de que una persona adquiera una infección.

La falta de cloración en una alberca permite la presencia y la formación compuestos orgánicos, microorganismos y la formación de algas.

En ese sentido, los usuarios de la alberca de la Bicentenario están expuestos a bacterias, virus, parásitos que se transmiten por vía digestiva, hongos, conjuntivitis, enfermedades diarreicas y gastrointestinales y hasta hepatitis tipo A, ya que son afecciones que se pueden contraer en al ingresar a una alberca que no tiene un mantenimiento adecuado.

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