Por Olivia Vázquez
Mientras la hotelería del Caribe mexicano busca elevar el ritmo de reservación para la temporada de verano, anfitriones de plataformas como Airbnb que operan en el corredor turístico se agrupan para fomentar el consumo en los restaurantes o tiendas cercanas a las casas donde se alojan los viajeros a fin de fomentar la economía interna.
De acuerdo a un informe emitido por la plataforma de hospedaje, desde mayo pasado los anfitriones de Airbnb de Cancún y Playa del Carmen se reunieron para recorrer juntos el circuito de los restaurantes elegidos como los favoritos de la zona. En esta iniciativa, los miembros de la comunidad plantearon una lista de restaurantes y comercios para conocer y promover entre los huéspedes que reciben y a partir de ella, realizan caminatas en los alrededores, conocen a los dueños de dichos espacios y elaboran planes con otros anfitriones para contribuir al desarrollo de los barrios que habitan.
En el comunicado algunos restauranteros de Playa del Carmen y de Cancún refieren que estas alianzan han permitido romper la barrera de la zona típica de turismo donde los visitantes no salían de donde se alojaban. Ahora en cambio, los nuevos viajeros fomentan el consumo en los negocios cercanos a las casas y activa la economía de muchas personas y familias.
Martín Boé, dueño del restaurante La Piola de Playa del Carmen, así como Cielo Cardona, una de las anfitrionas que participó en el recorrido, así como Armando de la Fuente, anfitrión en Cancún refieren que este ingreso adicional, se dispersa en la tiendita de esquina, la cocina económica, la lavandería y demás comercios que le han dado la bienvenida a la alternativa que representa Airbnb por la derrama económica que generan al estado.
Este modo de hospedaje, aseguran, ha revitalizado zonas como el primer cuadro de Cancún y de Playa del Carmen y esto ha generado un movimiento económico.
Entre los restaurantes que se mencionan en la lista de recomendaciones, se encuentran: Las hijas de la Tostada, La Habichuela y Coapeñitos, en Cancún, así como La Piola y Ah Cacao, en Playa del Carmen.
Los visitantes podrán reconocer la recomendación de los anfitriones gracias a un sticker colocado cerca de la entrada de cada restaurante, que arranca un nivel de organización local para que se pueda conocer el negocio recomendado.
“No importa dónde se quedan los turistas, finalmente lo que a todos nos interesa es ver que Cancún avanza y yo puedo decirte que todos los días recibo por lo menos a 5 o 6 viajeros que conocen este barrio gracias a que eligieron un Airbnb. Si sólo tuvieran la opción de quedarse en la Zona Hotelera sería complicado que visitaran nuestro restaurante”, comentó José García Gaxiola, dueño del restaurante Off the Vine de Playa del Carmen.
En tanto se fortalece este nivel de organización, hoteleros de Cancún y la Riviera Maya mueven sus apuestas e incrementan sus atractivos para acelerar el ritmo de reservaciones para lo que será la temporada de verano, donde el indicador todavía se mantiene favorable y podría llegar a niveles del 80 y hasta el 85% general, superior a la media nacional del 65% que se estima para la temporada.