De la Redacción
La detención con fines de deportación del cubano Tomás V. V. (a) “Tomasito”, evidenció la cadena de corrupción que opera desde hace muchos años en la delegación regional del Instituto Nacional de Migración (INM).
El cubano contaba con una residencia permanente, otorgada por migración, aun cuando contaba con antecedentes delictivos tanto en México como en Estados Unidos y una orden vigente de detención en dicho país, en donde era reclamado por una corte federal por tráfico internacional de personas.
Durante muchos años, Tomás V. V. (a) “Tomasito” contó con toda una red de protección por parte de funcionarios del Instituto Nacional del Migración en Quintana Roo.
Además, gozaba de la protección que le brindaban los diferentes cuerpos policíacos tanto en Cancún como en Isla Mujeres, pagando grandes sumas para evitar ser detenido.
“Tomasito” de origen cubano, cuenta también con la nacionalidad estadounidense y cuando ingresó a México venía huyendo de la justicia del vecino país del norte, pues había violado la libertad condicional en el año 2002; después de haber sido encarcelado por el delito de tráfico de indocumentados.
Se instaló en Isla Mujeres, en donde formó toda su base de operaciones para el tráfico de indocumentados cubanos, y para el tráfico de embarcaciones robadas, así como piezas y refacciones también robadas.
A pesar de todos esos antecedentes delictivos y de que fue detenido tanto en Cancún como en Isla Mujeres, acusado de varios delitos; “Tomasito” obtuvo del Instituto Nacional de Migración (INM) una residencia permanente que le permitía andar libremente en México.
Ostentándose como “empresario” en Isla Mujeres, Tomás V. V., vivía tranquilamente aun cuando era requerido por una corte federal en el estado de Florida en Estados Unidos.
Incluso, en el 2017 fue involucrado nuevamente en un caso de tráfico de personas, pues era a través de la red que el operaba desde Isla Mujeres, como mujeres cubanas eran llevadas a Miami, Florida a cambio del pago de 20 mil dólares; y terminaron obligadas a prostituirse y vivían como esclavas sexuales.
Tuvo que ser personal de la Ciudad de México de la actual administración, quienes harían cumplir la orden de detención en contra de “Tomasito”, con fines de deportación solicitada por los Estados Unidos; por lo que viajaron a Cancún para detenerlo después de que fuera liberado por la Fiscalía General de la República (FGR), por el delito de portación de arma de fuego y posesión de cartuchos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
Y en la misma situación que Tomás V. V., se encuentran muchos extranjeros, sobre todo cubanos, que cuentan con documentos expedidos por el Instituto Nacional de Migración, que les permiten estar en Quintana Roo y el resto del país, aún cuando tengan cuentas pendientes con la ley en Estados Unidos.