Por Yolanda Gutiérrez
Más de cien asentamientos irregulares en los municipios de Benito Juárez e Isla Mujeres se encuentran a merced de los cortes de luz que aplica la Comisión Federal de Electricidad a colonias con adeudos en concepto de suministro de energía y los cobros abusivos de la paraestatal, que aprovecha que la mayor parte de las familias comparte medidores para aplicarles consumos “al tanteo”.
Además, los comités de electrificación, con sus poco claras actuaciones, provocan que la paraestatal aplique cortes en el suministro, como sucedió en la colonia Avante, donde los vecinos se ven obligados a pagar una millonaria deuda que arrastra desde el año 2017, pese a que la mayoría ha abonado religiosamente mes con mes el importe que les corresponde de dividir los consumos entre los medidores comunitarios.
De nada sirvieron los primeros comités de electrificación que se conformaron en los asentamientos para tramitar la introducción del servicio con la CFE, cuyos presidentes aprovecharon las circunstancias para llenarse los bolsillos a costa de la necesidad de las familias, cobrándoles determinadas cantidades de manera mensual, supuestamente para los trámites ante la CFE, adquisición de postes, cableado y transformadores.
Al ver los vecinos que pagaban y pagaban sin ver los resultados, se optó por destituir a estos líderes y se nombraron otros, que finalmente lograron la tan ansiada electrificación de las colonias irregulares, pero algunos presidentes abusaron de la confianza en ellos depositada, como sucedió en la segunda etapa de la colonia Avante, donde, pese a que la mayor parte de los vecinos contribuye de manera puntual con el pago de la parte proporcional que les corresponde, la CFE aplicó un corte en el suministro que duró 72 horas, a causa de un adeudo de al menos dos millones y medio de pesos que arrastran desde el año 2017.
Las familias cooperaron para comprar transformadores y postes; posteriormente la CFE les dotó de medidores, pero cada uno contabiliza el gasto de energía de al menos cinco lotes, lo que dispara los costos, ya que se rebasa el límite del consumo.
No obstante, la paraestatal ha instalado medidores individuales en algunos lotes, para lo cual los propietarios de los terrenos tuvieron que pagar de sus propias bolsas el costo de los ramales, cuyo importe promedio es de siete mil pesos por persona, además de cantidades que oscilan entre los 30 y los 40 mil pesos por el contrato, que en cualquier zona regular de Cancún no sobrepasa los dos mil pesos.
Muchos habitantes de asentamientos irregulares piensan que lo último que le interesa a la CFE es que cada lote tenga su propio medidor, pues entonces se le acabará a la paraestatal el cobrarles lo que se les antoje, tal como expresó don Rogelio García, residente en Avante, quien manifestó que “ahora la Comisión nos cobra lo que le viene en gana, no hay nada que compruebe los consumos y otra cosa que molesta mucho es que cuando llega el recibo hay que pagar a partes iguales, tengas lo que tengas, y no es justo que los que tienen aire acondicionado paguen lo mismo que los que no lo tienen”.
Un ama de casa mencionó, al ser consultada, que cada que se le antoja a la paraestatal, aunque se les haya garantizado que no tienen adeudo alguno, se presenta para bajar cuchillas con el argumento de que se debe el consumo y cobran a cada afectado cantidades promedio de siete mil pesos por reconexión.
“Muchas personas no pagan luz porque tienen diablitos, entonces es una enorme fuga de dinero y estoy seguro que la CFE aprovecha que ignoramos cuál es el consumo real para cobrarnos hasta la luz que se roban los aprovechados”, concluyó.