De la Redacción
TULUM, 24 de junio.- Comerciantes establecidos y semifijos siguen promoviendo prácticas que dañan el manto freático con el tiradero de desperdicios sólidos y líquidos en los drenajes y alcantarillas del centro de la ciudad, sin que ninguna autoridad les sancione.
Ciudadanos que se ven afectados dijeron que se necesita un marco jurídico con firmeza hace falta para obligar a los proveedores de alimentos y bebidas para que cuenten con sus trampas de grasas y sistemas de retención de desperdicios, mientras que se deben aplicar multas severas a quienes sean sorprendidos realizando estas prácticas nocivas.
En ese tenor, Javier Flores Flores, presidente de la Asociación de Profesionistas, ha hecho comentarios enfatizados a esta actividad en la que incurren las personas, pues a pesar del conocimiento de causa produce daños.
Comentó que los establecimientos que manejan alimentos y bebidas deben contar con el sistema adecuado para que sus desperdicios no terminen llegando adonde no deben.
“Las autoridades ambientales sí deben exigir con la norma en mano que los establecimientos y puestos semifijos cuenten con las condiciones para manejar alimentos y bebidas, así como el debido destino de los desperdicios, además que se deben aplicar sanciones para los que tiren los residuos de forma contaminante”, expresó.
Expuso que es lamentable que haya gente que no considere el daño que ocasiona con estar tirando sus desperdicios en los pozos de absorción o alcantarillas.
Declaró que a su vez eso provoca que se emanen fétidos olores, pues pedazos de comida se estancan hasta pudrirse cuando no se va con el agua de las lluvias.
Y es que hasta el momento no se han tomado las medidas correspondientes para reducir el problema, que afecta el subsuelo y la salud pública, y es una pésima imagen que afecta en materia de turismo.