Por Yolanda Gutiérrez
A pesar que Cancún no se libra del flagelo del sargazo, su comportamiento es tan errático que unos días hay playas en las que no se puede ni meter los pies y otros, como este fin de semana, en que las macroalgas recalan en los balnearios con mucha menor intensidad.
De hecho, al llevar a cabo un recorrido por los principales balnearios públicos se pudo constatar que en el agua flotaban pequeños pedazos de sargazo, en comparación con los manchones que recalaban hace unos días, mientras que la línea costera se encuentra bastante más despejada.
Llamó la atención que, por primera vez en meses, Coral presentaba un aspecto casi limpio, aunque se apreciaba una franja de sargazo ya convertido en lodo junto a la orilla.
En este balneario público, según mencionó un solitario vendedor ambulante sentado en el área de baños, a primera hora de la mañana un trascabo levantó todo el sargazo acumulado a un costado de la playa Blue Flag y del mismo modo recorrió toda la línea costera, que quedó marcada con las huellas de las llantas.
Guardavidas del destino dijeron que el sargazo que recala en nuestras costas deriva a determinadas playas según las corrientes y la dirección del viento y, aunque prácticamente no hay playa que, en mayor o menor grado, se libre del flagelo de las macroalgas, en estos últimos días su presencia es menor, especialmente en los balnearios que generalmente acumulan una mayor cantidad, esto es Coral, Delfines, Ballenas, Marlín, Chac-Mool y Gaviota Azul.
“Estimamos que van a continuar los recales, pero no sabemos ahora mismo qué playas podrían resultar afectadas, pues todo depende de las corrientes y el viento”, fue el comentario de un guardavidas consultado al respecto.
En el mismo tenor se expresó un inspector de Zofemat, quien mencionó que el sargazo recala en una u otra playa dependiendo de las corrientes marinas y puso como ejemplo que, aunque por lo general los balnearios que se ubican en mar abierto como Marlín, Ballenas y Delfines, son los que reciben mayores cantidades de algas, el sábado había mucho menos volumen de sargazo.
En Gaviota Azul, donde por lo general se detectan las mayores invasiones, el sábado la cantidad era menor, pese a lo cual no se observó la presencia de un importante número de bañistas, entre otros motivos porque, ante la fama del balneario de ser uno de los más afectados por el sargazo, muchos bañistas se encaminaron directamente a otras playas.
Situación similar a la registrada en Delfines, mientras que en Coral, la única playa amigable con las mascotas, no había ni un solo usuario, ni solo ni acompañado de su perro.