Por Olivia Vázquez
El Caribe mexicano es hoy en día uno de los destinos turísticos internacionales que ofrece al visitante todo tipo de hospedaje de acuerdo al gusto y bolsillo del cliente, en una amplia oferta hotelera que se ha asentado en la región y que opera en seis grandes conceptos que pueden recibir al cliente más exclusivo del mundo, que pagará tarifas de hasta 35 mil y 40 mil pesos la noche, o rentará un yate para dos personas a precios que superan los 100 mil pesos, hasta el visitante de mochila que buscará una cama en habitación compartida de 120 pesos la noche para disfrutar de los atractivos que ofrece la región. Todos bajo un mismo sol y playa.
Las 103 mil habitaciones que operan en más de mil hoteles en Quintana Roo atienden todos los conceptos que se pueden dar en la hotelería, desde un plan europeo que sólo ofrece la noche de hotel, hasta el todo incluido, el tiempo compartido o la habitación con desayuno.
Este hospedaje puede atraer a todo tipo de turismo, pero muchas de las infraestructuras hoteleras se han diseñado para ofrecer un alto servicio especializado que permite atender a mercados específicos, sea de luna de miel, familiar, turismo de negocios y de placer, hasta turismo médico y de salud; turismo gay friendly, turismo de adultos mayores, turismo chic, sólo para adultos, con gusto por la música, por la naturaleza, con mascotas, turismo nómada digital, turismo doméstico y demás.
El perfil de estos segmentos es variable y en base a los gustos mantienen una diferencia abismal en la derrama económica que marca la diferencia en su viaje.
Ahora con las plataformas digitales, el Caribe mexicano agrega a sus 103 mil cuartos hoteleros otras 13 mil habitaciones que operan no sólo en casas habitación, sino también en hoteles del centro, en villas residenciales, en cabañas, en barcos, en bungalows sobre cuerpos de agua, sobre los árboles, en medio de la selva, en pleno centro de la ciudad, etcétera, ampliando la posibilidad de atender el gusto preciso y las necesidades del visitante, lo que marcará la diferencia.
Cómo quiere viajar,
cuánto gasta
Y es que para un turista de mochila que llega al destino, el costo de habitación no le representará ni el 10% del gasto total del viaje, pues encontrará habitaciones compartidas en literas, dentro de una casa o en un hostal, con precios desde 120 y hasta 300 pesos la noche. El único requisito de este visitante será tener un baño cerca.
Para el turista que busca ya una propiedad completa de renta, el alquiler podría superar los 10 mil pesos la noche para una familia completa de 10 personas, en una de las villas o residencias que le ofrecerán alberca, tres o cuatro recámaras, cocina y todos los servicios de wifi, además de estacionamiento, lo que reducirá gastos del viaje al grupo completo.
Para el turista que prefiere la comodidad de un hotel, podría encontrar precios accesibles desde 500 pesos la noche en uno de los pequeños hoteles del centro de Cancún, que han sido adaptados con alguna cocineta e incluso con el desayuno incluido.
Para el que busca una mayor comodidad pero tiene gustos preferentes, ya sea al viajar con la familia, la pareja, etcétera, se tiene una amplia oferta que además de atender el hospedaje ofrece el servicio de la más alta calidad en restaurantes, conciertos, con parques de diversiones internos, campos de minigolf, bares deportivos, spa, gimnasios, etc.
El turismo de mayor poder adquisitivo que gusta de tener el gasto controlado, llega a un todo incluido donde tendrá el servicio de la más alta calidad con una amplia gama de actividades para realizar dentro del desarrollo y con la posibilidad de salir a conocer cualquiera de los atractivos turísticos bajo agencias de viajes y paquetes promocionales.
Para el turismo de súper lujo, que busca la exclusividad y el servicio, también hay una oferta única, en el cual el servicio es prácticamente personalizado, donde las habitaciones tienen todo lo que requiere, que puede ser un bar, un jacuzzi, una terraza y los más avanzados sistemas de comunicaciones.
Ya para aquel a quien no le importa el precio, la exclusividad es aún más importante y en ello se tiene una oferta hotelera bien instalada, así como un mercado de plataformas digitales que ofrecen la casa más exclusiva de la región con todos los servicios privados para el visitante, así como el personal más capacitado para atenderlo.
Este tipo de propiedades alcanzan costos superiores a los 30 mil pesos la noche, pero en el caso de yates, haciendas y zonas de alta exclusividad donde sólo entrará el visitante, los costos son superiores a los 100 mil pesos el servicio, y en ello, el mercado consumidor es más limitado, pero sí llega al destino y disfruta de la playa y de los atractivos que ofrece la región para todos.