Quintana Roo

Por Olivia Vázquez

Con todo y la oferta agresiva que han venido sosteniendo las cadenas hoteleras para elevar las operaciones en esta temporada de verano, Cancún se mantiene 5.6 puntos por debajo del porcentaje de ocupación que se registró en verano del año anterior. El sargazo; la inseguridad; la falta de un plan nacional de promoción; la recuperación que han tenido destinos internacionales y la competencia de la oferta hotelera residencial que se ramifica en todos los destinos son los cinco factores que tiran la estadística en las operaciones.

De acuerdo al histórico de ocupación que soporta el Barómetro de la Asociación de Hoteles de Cancún, el 82.7% que se sostuvo hasta antes del fin de semana, es igual al porcentaje de ocupación que se registró en el año 2012, cuando se tenía un promedio de 29 mil 700 cuartos en la oferta hotelera.

En este verano, con casi 36 mil habitaciones hoteleras, seis mil 300 más que las reportadas en 2012, se mantiene el nivel de porcentaje de ocupación, lo que podría tomarse como favorable, más aún si se compara con noches ocupadas, sin embargo, es una realidad que la ocupación ha venido en franca disminución por factores que están incidiendo en el turismo y que presionan al sector productivo.

La falta de promoción que se sostiene desde diciembre del año anterior, con la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) ha diluido la presencia de la marca México en las principales ferias internacionales y ello ha generado mayor dificultad a la hora de la negociación para garantizar el flujo turístico de las siguientes temporadas.

Aunque en el caso de Quintana Roo, el CPTQ, ha logrado impermeabilidad un poco el efecto de la falta de promoción, es una realidad, refieren hoteleros como Roberto Cintrón, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Conrad Bergwerf, homólogo en la Riviera Maya, que la falta de una estafeta ha diluido la presencia de los destinos en los mercados internacionales y así se puede sentir a partir de este año.

A estos factores, refieren, se han venido sumando otros que le han pegado duro al destino como el hecho del mismo sargazo que llega con todo al Caribe mexicano y que sin duda genera cierta expectación por parte del visitante. En la reserva, las dudas son mayores y así lo pregunta el mercado internacional cuando quiere llegar al destino.

Aunque se han hecho acciones que permitan contrarrestar estos efectos, así como ha dado toda la comunicación debida para que se sepa el verdadero comportamiento de este fenómeno que se comparte con todo el Caribe, finalmente se debe reconocer que se tiene afectaciones importantes.

A los temas que hoy se suman, se vienen arrastrando temas como la percepción de inseguridad y sin duda uno de los más preocupantes para el sector también, es la falta de una regulación justa para las plataformas digitales que ofrecen hospedaje residencial, que se cuelgan de la marca de los destinos y que están quedándose con al menos el 10% del flujo de visitantes que está llegando a la región.

Los indicadores de la temporada por ahora si bien se mantienen estables y el verano mantiene un comportamiento favorable, lo cierto es que en números las cosas no se están dando como se pensaban y aunque el sacrificio de tarifa se sostiene, el tabulador se mantiene por debajo del año anterior, aunque algunas cadenas hoteleras estén igualando números derivado de las promociones agresivas que están sosteniendo.