Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 23 de agosto.- En sesión de Cabildo se destapó una cloaca que envuelve la Expofer 2019. Se trata de un acto que podría implicar tráfico de influencias, uso indebido de la función pública y abuso de poder, en el que sin pasar por el Comité Organizador ni por el Cabildo, el presidente municipal Otoniel Segovia, entregó el 70 por ciento de los espacios comerciales a un empresario amigo del regidor Sergio Zapata Vales.
Mientras el alcalde guardó silencio de las acusaciones, el regidor Sergio Zapata retó a los integrantes del Cabildo a que si incurrió en un delito lo denuncien.
Se trata de 400 metros de espacio de área libre y área techada de 39 stands, que representan el 71 por ciento de lo que está dispuesto para arrendamiento en toda la feria, que fueron negociados por el presidente, su secretario particular y el empresario interesado, por un monto de un millón 400 mil pesos, de los cuales el empresario ha depositado al Ayuntamiento de Othón P. Blanco 200 mil pesos.
Lo anterior sin contrato, sin la aprobación del Comité de la Feria y sin hacerlo del conocimiento de los integrantes del Cabildo, lo que generó fuertes cuestionamientos al alcalde.
De hecho, durante la sesión se expuso que el regidor Sergio Zapata Vales habría cometido tráfico de influencias, al ser quien llevó a su amigo empresario para hacer este negocio, por el cual el expositor que desee un espacio comercial tendrá que pagar poco más de un mil pesos más por metro, respecto a años pasados.
Ante los señalamientos, el concejal mostró una actitud retadora esperando que no quede en palabras y que lo denuncien ante las autoridades si cometió una irregularidad.
En su defensa, criticó que no hay “nada oscuro” y que de la misma manera se renta el área de juegos mecánicos, y que hay otra persona que tiene 80 metros de espacio.
“El señor depositó a un número de cuenta, le dieron un recibo y al día de hoy no me han dado contrato”, dijo el concejal.
Regidores manifestaron que tiene que entrar la contraloría respecto a los señalamientos vertidos en contra de Sergio Zapata Vales y otros involucrados de la presidencia municipal, pues podría configurarse en tráfico de influencias, cohecho, abuso de poder y ejercicio indebido de la función pública.
Callado en todo momento, aun con los señalamientos de actos de corrupción, el presidente municipal Otoniel Segovia Martínez no negó su participación en las irregularidades.
Se limitó a decir que analizará el tema personalmente con el área jurídica y la Tesorería, sin mostrar decisión respecto a devolver el dinero al empresario o mantener el acuerdo en perjuicio de los expositores de la feria.